Una constante que cada vez se incrementa más en mi consulta diaria es el efecto que dejan como consecuencia otras enfermedades de manera colateral en la audición del paciente.
Pero hay un caso muy singular que formó un lazo afectivo que no pude evitar y traté durante los años que atendí a mi paciente: Darle todo mi esfuerzo porque llevara la mejor calidad de vida que pudiera ofrecer en su comunicación diaria para su entorno familiar.
Ella tenía apenas 22 años cuando su deficiencia renal empezó a causar estragos en su metabolismo, que aunado a su coloración de piel, su óvalo facial, debilidad y evidente cuadro psicológico, su audición se había reducido a 15 por ciento.
Es importante mencionar que en un paciente así lo primero es estabilizar y tratar el problema renal, pero como consecuencia del uso de medicamentos furosemida (diurético) y otros más con efecto ototóxico (dañan el oído en su función neuronal), por tal motivo cada vez era peor su audición y falta de comunicación.
Un detalle muy grande e importante que nunca olvidaré fueron esas enormes ganas de vivir de mi paciente, a quien llamaremos “Sandra”.
Junto a ella siempre estuvo en todos los años su novio y luego esposo acompañándola a todas las consultas, y una expresión en su cara que nunca olvidaré al atenderle por primera vez fue cuando preguntó ¿Y qué tiene que ver mis riñones con mi audición?, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
Nuestro trato duró poco menos de cinco años, después lamentablemente empeoró su condición y falleció.
Es importante para mí transmitir a ustedes la imperiosa necesidad de atendernos lo más rápido posible, aunque pensemos que nuestra audición no está comprometida o ligada a la enfermedad que padezcamos si sentimos o nos hacer ver que nuestra comunicación diaria se dificulta.
Agregaré que la diabetes, hipertensión, las parálisis faciales, trombosis, embolias e infartos son sólo algunas de las enfermedades que están asociadas a daños auditivos, algunas veces permanentemente y otras reversibles.
No dejes para cuando sea tarde ver un buen diagnóstico.
Hasta la próxima semana.
Raymundo Mendoza
Médico por la UANL; certificación por The Hearing house of Minneapolis Minnesota en Audiología; Director en Audiologycal Medical Center; miembro de la Asociación de Otorrinolaringología de Nuevo León; miembro de Asociación de Geriatría de Nuevo León. Disfruta de la familia, la naturaleza, los animales y el futbol.
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