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Tras la sustentabilidad

Celebro que nuestros periódicos se acerquen cada vez más a los temas del cuidado del medio ambiente natural de nuestro entorno que es nuestro sustento, es un tema relevante para la humanidad en su conjunto y para el desarrollo de la sociedad en sus diferentes determinaciones, ambientales, económicas y sociales. Esta semana, la Revista SEMANARIO se dedicó a un acercamiento sobre la aparición del oso negro en la vida urbana municipal y las reacciones de los humanos, los riesgos tanto para estos mamíferos omnívoros como para la gente, el rechazo ante los vislumbres, las capturas, los ataque y decesos, su acercamiento a las zonas pobladas y las depredaciones de esos animales.  

Hay que reconocer que se trata de un minucioso y magnífico trabajo de investigación periodística de Vanguardia por parte de mi distinguido exalumno Jesús Peña y de Alejandro Argüelles, Director de Apoya tu Bosque Local. En vista de que el SEMANARIO solo nos llega a los suscriptores del periódico me atreví a hacer algunos comentarios para quienes nos favorecen con la lectura de nuestro diario. Yo escribí acerca del oso negro hace algunas semanas alegando la necesidad de preservar su sobrevivencia ante las certeras predicciones de la desaparición de esa especie, pero hace años, cuando se incendió la sierra de Ocampo también advertí, cómo los osos negros se quemaban y algunos salían de sus cuervas dejando a sus crías indefensas.

Los autores del SEMANARIO describen cómo es y por qué los osos negros han aparecido en las urbes de Coahuila y qué hacemos los humanos ante su presencia. Es muy tierna la explicación que ofrecen sobre la aparición de las “Huérfanas”, tres oseznas infantes de apenas 4 meses cuya madre fue atropellada por el tren al sur de nuestra ciudad y murió, por fortuna las crías se encuentran en buenas condiciones de salud y resguardo en el Museo del Desierto.

De la investigación se infiere que no son los osos los invasores sino los humanos quienes estamos irrumpiendo en sus áreas naturales y es que somos depredadores, casi podría decir, por naturaleza, si no cómo se explica que estemos acabando con nuestro único hogar, la tierra, atacándola, saqueándola sin ninguna preocupación por informarnos de cómo cuidar el agua de la que depende nuestra vida y sin prevenir ni advertir cómo reusar para reutilizar; sin impedir a las “autoridades” la creación de la Ciudad Derramadero que significa un ecocidio para la población de este municipio y los de la zona sureste,  como General Cepeda, Parras, Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga.  

El documento en comento advierte que nacionalmente no hay financiamiento para prevenir la conservación de especies y su hábitat lo cual resulta alarmante porque descuidar la vida animal que ofrece servicios naturales esenciales para el ser humano, como recursos medicinales, alimento, patrimonio cultural y natural, en suma, forman parte de nuestro desarrollo social. además de que la biodiversidad es saludable para los ecosistemas. El derecho a la vida, el amor y el respeto hacia la flora y la fauna son necesarios en el nuevo humanismo.  

Cabe tener también en cuenta que la desaparición de una espacie animal tiene consecuencias, una de ellas es el desequilibrio de su ecosistema lo cual afecta a otras especies, si bien es cierto que México es el segundo país más rico en especies a nivel mundial, también es cierto que hay varias en peligro de extinción y es el caso del oso negro, uno ya extinto aquí fue el oso gris.

Debemos ser conscientes de que para nuestra salud debemos mantener una calidad ambiental saludable, el aire limpio para el crecimiento y desarrollo adecuado, mantener la sustentabilidad ambiental nos ofrece calidad de vida y además frena y reprime  al cambio climático que tanto está afectando a todo el planeta.  

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autora, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx

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