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Sana Torreón, sana (2)

No enfrentar ese trauma post-violencia finalizado en 2014, implica no sanar como comunidad.

Significa dejar que nuestras autoridades administren el impacto telúrico de la tragedia ocurrida en el Colegio Cervantes para diluirlo. 

En lugar de tomarlo nosotros como punto de partida para reflexionar y superar el sentido de pérdida producido por la violencia criminal de 2007 a 2014.

Porque el pasado no está muerto; ni siquiera es pasado, escribía William Faulkner.

Simboliza, también, que nuestra memoria no profundice en saber qué, cómo y porqué ocurrió esa violencia y cómo nos afectó en nuestra psique colectiva e individual para permanecer en el limbo del dolor adormecido e inconcluso.

Peor aún, seguir en negación respecto a ese trauma colectivo nos impide como ciudadanos exigir a las autoridades la garantías de no repetición de esos hechos y de reparación como víctimas de lo padecido.

¿Cómo y cuándo daremos nuestro testimonio de lo que vivimos? ¿Cómo y cuándo seremos escuchados y escucharemos historias de otros y obtendremos respuestas construidas por nosotros? 

¿Cómo y cuándo nos sentiremos empoderados, reivindicados y restituídos en nuestra condición humana tan maltrecha por esa violencia que sufrimos? ¿O permitiremos que esa violencia ya crónica e instalada y normalizada en nuestra psique colectiva incremente los índices de suicidio, alcoholismo, drogadicción, depresión, violencia intradoméstica e intervecinal, divorcios, infanticidios, violaciones, feminicidios y asesinatos en Torreón?

La alternativa es una, a mi parecer: diseñar e implementar una propuesta que construya la paz con sentido estratégico en nuestro Torreón. 

Pero antes de detallar su ruta crítica, precisemos su alcance.

(1) Construir la paz exige trabajar con actores políticos diversos, unificar sus voluntades y superar retos complejos. Uno de ellos: la incredulidad o negligencia para enfrentar y superar el duelo que vivimos como ciudad a partir de la violencia sufrida del 2007 a 2014.

La tragedia ocurrida en el Colegio Cervantes es el recordatorio. (continuará)

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