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Una cuestión de imagen

Si en política lo que parece es, resulta que Morena no es invencible.

La derrota de Morena en las pasadas elecciones de Coahuila e Hidalgo quizá no sea tan importante en términos de lo que significarán las elecciones a llevarse a cabo el próximo año, en donde se renovará la Cámara de Diputados y 15 gubernaturas, además de unas 2 mil alcaldías y otras tantas diputaciones locales, sin embargo, desde el punto de vista de imagen puede serlo.

Hasta estas elecciones, el partido del presidente aparecía como imbatible, no se veía por dónde otro partido pudiera siquiera hacerle alguna mella, y sin embargo, perdió.

Y quizá el PRI no haya crecido mucho, pero mantuvo más o menos su nivel de votación, inclusive en Coahuila la aumentó en aproximadamente 20% y en Hidalgo ya se verá cuando los resultados se den a conocer. Un partido al que, como en 2006 muchos daban por muerto, ganó.

Además, se comprobó que Morena es uno con López Obrador en la boleta y otro sin él, en Coahuila durante la elección presidencial había logrado una votación superior a los 600 mil sufragios y más de 850 mil en Hidalgo. 

En Coahuila tal votación cayó en algo más de un 70% y no pudo lograr ni 200 mil votos y ni hablar de ganar alguna de las diputaciones locales que se encontraban en disputa. En Hidalgo ya se verá de qué tamaño fue el descalabro por lo que respecta a la caída en la votación.

La debacle del PAN que cayó a la tercera fuerza electoral en Coahuila y más abajo en Hidalgo forma parte de la cuestión de imagen a la que nos referimos en el título.

Estando así las cosas la pregunta es ¿qué significan los resultados de las elecciones del domingo pasado?

La respuesta debemos dividirla en dos partes:

1)    Desde el punto de vista objetivo quizá no signifiquen gran cosa, ya que habrá que ver la campaña nacional que despliegue AMLO desde la mañanera y la forma en que utilice el aparato de Estado para influir en 2021, elección que le es vital para sus fines, y

2)    Desde el punto de vista de la imagen pudiera ser un envión para el PRI y un mal signo para el PAN.

El punto de vista objetivo nos indica que, pese a que el PRI perdiera tanto en Coahuila como en Hidalgo en las elecciones de 2018, ese partido tiene una fuerte base de militantes que no se desbandó, tal como lo demuestran los triunfos del pasado domingo.

Por su parte, los resultados nos dicen que Morena no ha consolidado un trabajo de base propio de las organizaciones partidistas maduras y su estructura electoral dio por sentado que el nombre sería suficiente para triunfar.

Por lo que al PAN respecta, hasta el domingo aparecía como la fuerza que podría ser punta de lanza en las elecciones de 2021, sin embargo, los resultados nos dicen hoy otra cosa.

Por lo que respecta al punto de vista de la imagen, Morena perdió un punto importante: su apariencia de invencibilidad, hasta hace poco, no se cansaba de señalar que en 2018 había alcanzado 30 millones de votos y que la aceptación de AMLO hacía prever una votación más copiosa en su favor en las siguientes elecciones.

La caída que se presentó en los votos de este partido las elecciones pasadas, pueden interpretarse de muchas formas, todas especulativas dado que hasta ahora no hay análisis profundos y detallados sobre los resultados, pero una de ellas nos dice que, para efectos prácticos, la narrativa de invencibilidad ya no existe. Morena puede perder y ya se vio.

Tan es así, que militantes de este partido ya están buscando culpables y algunos inclusive están invocando la presencia de AMLO en la boleta de 2021.

El PRI puede presumir, por su parte, que no estaba muerto, que aún se mueve y que todavía hay batallas por ganar y posibilidades de hacerlo. Hasta le permite que, en la posible coalición que se piensa puede darse en los ámbitos locales, pida encabezarla en algunos estados.

Para el PAN se presenta la situación inversa que la del PRI, ya que de alguna forma sus líderes nacionales habían deslizado la posibilidad de ser quienes encabezaran esas posibles coaliciones locales en todos los estados pero ya no podrán sostener esa hipótesis.

Para Movimiento Ciudadano los resultados lo confirman como un partido que tiene influencia en algunos reductos locales y poco más.

En fin, que los resultados están interesantes más en lo que respecta a la imagen que a la realidad, pero como dicen, “en política, lo que parece, es”.

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.

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Juan Palacios

JUAN PALACIOS es educador de profesión, periodista por vocación. Editorialista en La Moneda, ABC, El Porvenir y Radio Alegría, en Monterrey.