¿Por qué hemos llegado hasta aquí?

La panorámica económica y social de nuestro país y nuestro entorno particular pareciera no ser muy alentadores o prometedores. Pero la pregunta es ¿Cómo llegamos hasta aquí?

La primera respuesta que pensé fue: Por el desinterés que hemos mostrado como sociedad ante los hechos sociales y nuestro entorno. Esto me llevo a pensar que hemos sido egoístas buscando solamente el bienestar particular sin importarnos qué sucede a nuestro alrededor, o algo tan simple ¿qué sucede con nuestros familiares, vecinos o amigos? No tendemos la mano para apoyar o ayudar incluso en cosas simples.

Al no importarnos el entorno cercano y visualizarlo un poco más allá, el entorno ciudadano importa menos y esos vacíos que dejamos los están llenando personas con intereses particulares, no necesariamente buscando el bien comunitario.

Me llama la atención en especial cómo ha crecido la clase política, que como un cáncer tendiendo a ser terminal ha llegado a la etapa de metástasis.

¿Por qué llamar metástasis?

El creciente número de partidos nos dice que esta clase política ve un beneficio particular en formar partidos, al no ser tomados en cuenta o no formar parte del futuro o directriz de los partidos a los que actualmente.

El poder por el mismo poder puede ser uno de los motivos para la formación de los nuevos partidos, o la derrama económica a la que están acostumbrados los políticos puede ser otro factor que aliente a la creación de nuevos partidos políticos, aunque la más probable es una combinación de ambos.

Además, tanto en el sector privado como industrial, comercial y de servicios, aunque se están moviendo a atener dentro de sus modelos de negocios a su entorno, sus esfuerzos aún pudieran ser considerados como pequeños o débiles, prevaleciendo la maximización de las ganancias como su principal variable a considerar.

Sin embargo, para mí sigue siendo más preocupante la clase política, esa que no ha parado de crecer y sigue utilizando el servicio público como una forma de vida.

Esta clase política que sigue viviendo del erario público y sus esfuerzos o acciones van encaminados a satisfacer los intereses de sus partidos o sus intereses particulares, sin importar el bien común de la ciudadanía.

Nosotros los ciudadanos, al ser desinteresados por esta actividad, hemos fomentado o permitido que esta clase crezca. Si llegamos hasta el punto donde un Mandatario es totalmente autoritario, ha sido por nuestra sumisión y desinterés por el bienestar común.

Tenemos los políticos y gobernantes que nosotros mismos dejamos crecer.

Personajes TodoPoderosos que pretender permanecer viviendo de la política mientras respiren.

Deseo que las elecciones intermedias próximas marquen un récord en participación y que aprendamos a votar, para que los partidos poco representativos (que son creados por los políticos de siempre) no alcancen los votos necesarios para mantener su registro, y así poco a poco parar la metástasis y que nuevos personajes con ideas y acciones que tengan como objetivo el bien común lleguen al poder.

Aunque los partidos grandes tienen muy aceitada su maquinaria electorera, los buenos somos más.

gerardo@dltorre.mx

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.

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Gerardo de la Torre

Regio, economista y Rayado. Especialista en comunicación.