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De 1976 a 1982, Años del Puerco

Nuevamente y aunque lo parezca, no hablaré del Calendario Chino, platicaré sobre uno de los personajes más obscuros (este término no se utiliza debido al color de su piel) de la Administración Pública durante la etapa del presidente José López Portillo.

Si bien es cierto que la corrupción es un fenómeno que se da tanto en lo público como en lo privado, los actos de corrupción son más sonados cuando son cometidos por personajes públicos, entiéndase servidores públicos.

Un amigo dice: “Hay que ser puerco, pero no tan trompudo”, y cuando se habla de ciertos personajes como el que hoy recordamos, Arturo Durazo Moreno, mejor conocido como “El Negro” Durazo, podemos afirmar que este fue un puerco muy trompudo.

“El Negro” Durazo nació en Sonora y tuvo la fortuna de cuando joven conocer a López Portillo, y así durante varias décadas y administraciones ocupó puestos de poca relevancia, pero cuando López Portillo asumió el poder en 1976, nombró Jefe de la Policía del Distrito Federal, hoy Ciudad de México, a “El Negro” Durazo.

Existen muchas historias de corrupción durante su actuación como jefe policiaco en la ciudad más grande y poblada del País: Protección de narcotraficantes, asesinatos, tolerancia para que los propios policías realizaran extorsiones y asaltaran bancos, tortura, detenciones arbitrarias y policías a cuota, evasión fiscal y contrabando, todo lo anterior con total impunidad.

También se dice que “El Negro” exigía a sus jefes policiacos un Centenario de forma quincenal, y cada cumpleaños también le entregaban un Centenario por cada año cumplido. Así pues logró amasar una inmensa fortuna con la que adquirió una gran cantidad de inmuebles, pero la más conocida fue una finca en Zihuatanejo Guerrero llamada “El Partenón”. Esta finca de aproximadamente 20 mil metros cuadrados, tenía un lago interior con olas mecánicas y cascadas, albercas, discoteca para mil parejas, doce elevadores para subir al primer piso, sala de automóviles de colección, caballerizas, esculturas griegas y su debido helipuerto.

Al terminar la Administración de López Portillo, “El Negro” Durazo huyó del País y fue detenido en 1984, fue juzgado y sentenciado por los diversos delitos antes mencionados.

Después de recordar a este siniestro personaje de la vida real y que forma parte de las historias negras de la Administración Pública de nuestro país, bien vale la pena hacernos los siguientes cuestionamientos, ¿Cuantos personajes como “El Negro” Durazo aún existen en nuestro país?, ¿es realmente efectiva la lucha contra la corrupción que se hace a nivel estatal y federal?, ¿los organismos que se crean para prevenir, investigar y castigar los actos de corrupción realmente funcionan?

La corrupción es el mayor lastre que carga nuestro país, un lastre que no permite el desarrollo y que y que de seguir tolerándose nos llevará a mayores y más profundos atrasos tanto en lo económico como en lo social.

Como ciudadanos debemos vigilar que la actuación de los funcionarios de todos los niveles sea con estricto apego a la Ley y denunciar a quien, valiéndose de su cargo haga uso indebido de los recursos públicos. Existen los medios y las herramientas, hagamos uso de ellas.

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.

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Juan Carlos Guzmán

Nacido en Mapimí, Durango, se desempeña en áreas administrativas privadas y públicas. Sus pasiones: La familia, viajar, caminar en el campo y correr.

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