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Aún y los extraterrestres

Corría el año de 1990 y todavía prestaba mis servicios en la sucursal Acuña del Banco Nacional de México, cuando tuve la oportunidad de conocer a un personaje que vivía —o quizá aún viva— en Del Río, Condado de Valverde, en el estado norteamericano de Texas.

En una de sus visitas al banco se entrevistó con el Gerente y a través de él nos invitó a conocer su morada en esa ciudad fronteriza. 

Esta persona, de quien voy a omitir su nombre porque fue funcionario federal en el mandato de José López Portillo y ocupó un puesto de gran relevancia en la Secretaría de Obras Públicas, llevaba o lleva por apellido Aún.

Casa moderna, grande, de amplio jardín con césped al clásico estilo de los gringos, Aún vivía alejado de los reflectores y con bajo perfil, eso sí, con todas las comodidades, lujos y los recursos económicos que el régimen le había proporcionado.

Dentro del mismo predio, Aún (de profesión ingeniero) contaba con una amplia construcción tipo bodega, donde además de vehículos tenía instalado un gran taller donde, según sus pláticas, hacía experimentos de varios tipos, pero se enfocaba a desentrañar el misterio del porqué “los platillos voladores viajaban a gran velocidad”.

Entre sus charlas, y para hacerlas más elocuentes, Aún nos dijo que el “Calendario Azteca” es el plano de un platillo volador, y nos mostró la imagen y nos señaló dónde iban los propulsores y la cabina de mando. También nos dijo que tenía comunicación con científicos japoneses que tenían avances significativos sobre el mismo tema.

Entre sus teorías, nos dijo que la enorme velocidad que adquieren los OVNIS se debe a dos cosas principales: Que a las naves extraterrestres no les afecta la gravedad y que cuentan con un sistema de magnetismo para la propulsión.

¿Qué tenía Aún (además de dinero) que hizo que los presentes lo escucháramos con atención?, ¿tenía razón en sus argumentos?, pues creo que el tiempo le ha venido dando la razón, porque hoy día sabemos de trenes que flotan de los rieles debido al magnetismo y que viajan a gran velocidad, probablemente no como los platillos voladores, pero quizá no falte mucho tiempo para lograrlo.

Aún tenía una vecina que en su patio construyó una pista de aterrizaje para los OVNIS… pero esa es otra historia.

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.

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Juan Carlos Guzmán

Nacido en Mapimí, Durango, se desempeña en áreas administrativas privadas y públicas. Sus pasiones: La familia, viajar, caminar en el campo y correr.

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