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Soñé

Soñé que las mejores cosas de mi vida eran tan diminutas

 que le cabían en las huellas a mi pequeño minino,

y que las manecillas del reloj  avanzaban

erosionando la euforia  que me quedaba.

 Soñé que el libro viejo que está sobre mi buró,

Se había tragado las charlas en la plaza de los miércoles

Y que bajo mi cuaderno se escondía un monstruo

que me vaciaba a mí, y me hacía vaciar la alacena.

Al despertar me di cuenta de que los ronroneos

 deberían sustituir las canciones de cuna,

probablemente tan efectivos como la botella de tequila

que estaba a los pies de mi cama.

Había aprendido a danzar descalza mis victorias  junto al  estéreo,

que mi canción favorita pierde un gramo de magia cada vez que la reinicio,

y que tres cucharadas de azúcar más, no le cambiarán el sabor al café.

Me acostumbré al polvo en el cristal del comedor,

a la luz vibrante de las lámparas a punto de fundirse…

Sobre el lavabo solo se observa un cubierto

del que ya ha comenzado a apoderarse el óxido,

y sobre el sofá un cobertor que se ha vuelto el sustituto perfecto de calor ajeno.

Scarlett Ortega es una escritora en formación en Zacatecas. FB Scarlett Ortega IG scarlett_ortegacr

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autora, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.

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