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¡Pobre Angela!

Nuestro Guía Espiritual presumió que “su escudo protector” contra el coronavirus son tres amuletos: “Una estampita con la oración ‘Detente enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo’. Un billete de 2 dólares y un trébol de 4 hojas”.

Sus palabras provocaron un desabasto de estampitas en tiendas religiosas y una búsqueda frenética de miles de mexicanos en parques y bosques por un trébol de 4 hojas.

El mercado negro hizo su agosto con la venta de estampitas y tréboles falsificados en Tepito y distribuidos en los 32 estados de la República en seis horas (yo compré los míos en el Mercado Juárez).

Ahí me dijeron que la falsificación de billetes de 2 dólares tomaría 24 horas, porque la imagen de Thomas Jefferson será cambiada por la de AMLO; y el Acta de la Independencia Estadounidense será reemplazada por la Cartilla Moral.

Cuando atemorizado pregunté el porqué de la tardanza, una persona encabronada me espetó: “¿Qué pues carnal? No chingues. El Jefe merece finura. Y de la buena, porque es pueblo bueno y sabio como nosotros, ¿O qué? Nos quieres hacer menos, pinche fifí”.

Sudando frío, me desaparecí. No sé cómo pero mañana regresaré a recoger mi billete de 2 dólares ya pagado. Estoy seguro, como lo dice mi Guía, que al tener mis tres amuletos, el coronavirus me hará los mandados.

Y como él, ni gel antibacterial usaré y abrazaré, besaré y estornudaré sin preocupación. Por esto me molesta saber que la Canciller alemana, Angela Merkel, en un discurso con visión de Estado, haya explicado a su nación “que la lucha contra el coronavirus sólo tendrá éxito si los alemanes entienden que es un reto colectivo que debe tomarse en serio., porque desde la Segunda Guerra Mundial no ha habido un desafío para nuestro país que dependa tanto de nuestra acción conjunta y solidaria”.

¡Qué rara mujer! No la entiendo. Si tan sólo supiera que con una estampita, un trébol de cuatro hojas y un billete de 2 dólares es más que suficiente para contener el virus. 

¿Será que anda como oveja perdida porque no ha escuchado a nuestro Guía Espiritual?

Pobre Angela. La compadezco.

TIEMBLA, CORONAVIRUS

Caminaba por el supermercado con mis guantes de nitrilo, mi tapaboca N95 y mis dos zapatos envueltos en bolsas de plástico rociadas con Lysol. Estaba por llegar a la caja con mi carrito, cuando vi a un hombre parado frente a mi.  Detrás de el estaban 3 jóvenes.

Los 4 carritos desbordaban papel higiénico Pétalo, Regio, Charmín, Cottonelle y Vogue, entre otros. Los vi, me angustié y me interrogué: “¿Qué me enseñó mi mamá a hacer en estos casos? ¿En qué fui irresponsable para protegerme de la pandemia?” Di vuelta y me dirigí a toda prisa al pasillo donde estaba el papel higiénico.

La gente se lo arrebataba entre sí, con sonrisa fingida pero angustiada, como sí no hubiera mañana posible (pésima metáfora en tiempos de pandemia, creo).

Como pude, llené mi carrito (y otro que parecía abandonado) con papel higiénico.  Y con una mezcla de seguridad inexplicable ante el pánico provocado por el padre y los 3 jóvenes; empujé los 2 carritos, pagué y llegué a mi casa.

Sentía que el coronavirus, la influenza, el sarampión y el dengue juntos, me valían madre. Pero al rato, más tranquilo, me pregunté: ¿qué demonios haré con 720 rollos de papel higiénico durante la cuarentena?

Les comparto algunas opciones que pueden ser útiles a ustedes también:  (1) Construir un bunker anti-coronavirus de papel higiénico para encerrarse en su interior, con espacio para comer, leer, ver series en la “compu”, dormir y sólo salir al WC por razones de extrema urgencia.

(2) Meter todo el papel a una enorme cazuela que tendría leche de almendra, Resistol 5000 y tintura verde. Batir hasta hacer una pasta verdosa, para hacer una escultura esférica con esporas igualita al coronavirus. Luego, ponerla fuera de su casa para espantarlo hasta la muerte.

(3) Desenrollar los rollos desde la azotea de su casa -previamente fumigados con Lysol y Jabón Zote y bendecidos por San Juditas. De esta manera, protegería los 4 lados de su casa del maligno virus.

Y pensar que por un momento, no sabía qué hacer con tanto rollo de papel higiénico.  ¡Ponte a temblar coronavirus! ¡Ya valiste!

@Canekvin

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.

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