Francisco Aceves Araujo, El Barbarino, nació en la Colonia Díaz Ordaz, en Culiacán.
Desde los 15 años, junto a los de su barrio eran temidos por los “cholos” de ese tiempo. Se dedicaron a raparlos y cobrarles cuotas por sus actos delictivos.
Cuando cumplió 19 años conoció a El Chapo Guzmán, ganándose la confianza del jefe por su valentía y arrojo para hacer las cosas. Se integró al escuadrón de gatilleros personales y de la familia del jefe.
En su haber suma más de 200 ejecuciones, sus rivales decían que era cabron, avezado y peligroso.
Había un subdirector de la Policía Judicial, Ramón Eduardo Verástegui Valenzuela, quien estaba dando golpes duros a la organización del jefe, quemando plantillas de mariguana en la zona de las sierra.
Trataron de comprarlo pero se negó, por lo que se convirtió en un estorbo para la organización.
En la semana previa al cumpleaños de El Chapo empezaron a llegar los lujosos regalos, que iban desde caballos finos, autos lujosos blindados, aviones, helicópteros y animales exóticos.
Barbarino, en su afán de quedar bien con el jefe, le puso cacería al subcomandante Verástegui para matarlo y llevárselo al jefe de cumpleaños.
El 24 de enero de 1993, la suerte le sonrió a Barbarino, pues se topó con él en el cruce de la carretera a El Dorado, en la zona conocida como “Gas Valle”.
Barbarino manejaba su Marquis rojo del año y sus escoltas viajaban atrás en una Suburban.
Al detectar la Suburban blanca del policía, el Marquis le cerró el paso de frente y la Suburban por un costado.
Masacraron al subcomandante y su guardaespaldas con más de 300 disparos, casi desaparecieron la Suburban con balas calibre .762 “Cuerno de Chivo”.
Subieron el cadáver del policía a la cajuela del Marquis. Al llegar frente a El Chapo, le dijo “Jefe aquí le traigo mi humilde regalo. Yo no tengo tanto dinero para esos regalos caros, pero esto es algo que le estorbaba en su vida…”, ganándose así todo la confianza de El Chapo.
A los 50 años se retiró de esa vida, convirtiéndose a la iglesia, contaba con negocios familiares como talleres automotrices de gran escala, negocios de grúas en el estado y lotes de carros.
Lo mataron a los 55 años.
Fue citado para un negocio automotriz en el restaurante Cayena, junto al Panamá, del malecón nuevo. Llegó en su automóvil Tida gris, de reciente modelo, y al llegar a la cita vio tres Suburban paradas estratégicamente para salir huyendo.
Quiso retroceder y fue alcanzado por las balas de los rifles AK 47, le tiraron a distancia y luego se acercaron para asegurarse que era él y rematarlo.
En su funeral destacaron más de 100 arreglos florales con las iniciales del jefe JGL… así terminó su vida el Barbarino.
De ahí el corrido “Regalo Caro”, interpretado por Los Tigres del Norte.
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