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El primer pleito por el agua

En esta ocasión les platico sobre un pleito que tuvimos los saltillenses contra nosotros mismos, por increíble que parezca.

En el año de 1598, siete años después de la fundación del Pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala, cuando nuestra hermosa Ciudad de Saltillo no era una, sino dos, la Villa de Santiago del Saltillo y el pueblo que estaban divididos por un riachuelo que hoy es la calle de Allende, hubo una gota que derramó el vaso y literalmente de agua, pues ese año los habitantes del pueblo se sintieron robados por los habitantes de la villa, y el objeto robado era nada más y nada menos que el vital líquido: el agua.

Muy temprano a las siete de la mañana los tlaxcaltecas se apersonaron ante la autoridad para demandar a sus vecinos españoles, afirmando que el agua de la acequia San José de los Berros estaba siendo hurtada por los europeos, y que por lo tanto no podían hacer uso de ella, lo cual era una clara injusticia.

Rápidamente un residente de la Villa de Santiago del Saltillo, de nombre Pedro de Vega, se apersonó también ante las autoridades, cuyas oficinas estaban en la Casa Consistorial, para más señas donde hoy esta el Palacio de Gobierno, para ahí poder aclarar el problema y limpiar su honor, pues aseguró que él era quien había restringido el paso del agua, afirmado que era el único y legítimo dueño de la propiedad por donde cruza dicha acequia.

Los habitantes del pueblo aseguraban que Pedro, el europeo, estaba siendo beneficiado por las autoridades y manifestaron que en caso de que no se les arreglara la situación, el pleito por el agua entre la Villa de Santiago del Saltillo y el Pueblo de San Esteban de la Nueva Tlaxcala nunca terminaría. Ya me imagino hoy en día, los vecinos de la calle de Victoria peleándose con los de la calle de Juárez por que estos últimos les han cerrado la llave de paso del agua.

Afortunadamente se llegó a un arreglo, del cual todos salieron satisfechos, y esta es la historia del primer pleito por el agua del que se tiene registro en nuestra hermosa Ciudad de Saltillo.

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.

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