Carlos Alberto Manzo Rodríguez, ejecutado ante cientos de personas en una celebración ciudadana el día de muertos en su tierra nativa, Uruapan, Michoacán, en entrevista pretérita para Joaquín López-dóriga le dijo: “Tengo mucho miedo, pero tengo que acompañarlo de valentía. No nos queda de otra”.
En México, todos los días del año son días de muertos. Su ejecución le está dando la vuelta al mundo y habla de dos cosas fundamentales: lo que el gobierno norteamericano ha señalado: el matrimonio entre los criminales y Morena y el gobierno federal. Dos: la impunidad reinante de los cárteles de la droga.
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A Carlos Manzo, no obstante que el gobierno federal de Claudia Sheinbaum y el estatal de Morena, de Alfredo Bedolla lo dejaron solo y en soledad, éste tenía miedo, pero lo enfrentó como lo debe de hacer un hombre libre: de frente, no de perfil.
Para desgracia de él y de nosotros, en México la libertad y expresarse con criterio e inteligencia, hoy lleva hartos riesgos, incluyendo la muerte. Los criminales se liberaron de una figura que les plantó cara como Alcalde. El gobierno federal de Sheinbaum, se liberó de una figura crítica y garbosa. Hoy ya es un héroe.
No obstante haber recibido amenazas del crimen organizado, Carlos Manzo no tuvo miedo. Sí lo tuvo, pero lo enfrentó, como debe de hacerse en cualquier actividad de la vida cotidiana.
Cuando uno tiene un problema fuerte, uno tiene un miedo real y palpable. Pero también se genera un miedo ficticio, inventado.
Me ha recordado un viejo tango de Eladia Blásquez sobre los miedos que fantaseamos. Dicen sus versos poderosos: “Los miedos que inventamos/ nos acercan a todos”. Voy de acuerdo, pero en el dramático caso del Alcalde ejecutado en Michoacán, Carlos Manzo, este miedo era tan real y palpable y tan a la vista, que no tardó en morir; desgraciadamente.
Bajo el mandato del morenista Alfredo Ramírez Bedolla en Michoacán, han sido ejecutados 7 alcaldes y al menos dos han desparecido. Ni vivos ni muertos, desaparecidos, como lo es todo México.
En el mandato de Claudia Sheinbaum, han sido asesinados ya nueve alcaldes. La impunidad es la regla y moneda corriente. Lo he escrito antes: Todo está en William Shakespeare sabiéndolo leer.
Todo está en la obra de los grandes escritores, los grandes genios de la humanidad los cuales nos dejaron de puño y letra un mundo entre real y ficticio, el cual en su dramatismo, para desgracia hoy de nosotros y en México, se repite de manera sangrienta y atroz.
Lo he dicho antes también infinidad de veces, nos hemos acostumbrado tanto a la muerte, a los decapitados, a la sevicia, a la maldad retorcida, a los desmembrados, a las masacres casi cotidianas… que la muerte de un ser humano de manera violenta y en México, es una estadística, no un “muerto” de nombre y cuerpo real, el cual amerite ocuparse de él de manera inteligente, con preocupación genuina y una y otra vez alertando de la incapacidad del gobierno federal para contener el embate de los cárteles del narcotráfico y los criminales y sicarios a puños, los cuales gozan de impunidad.
ESQUINA-BAJAN
Nota 1: Lo dijimos en ocasión pretérita: “No es al morir los mendigos cuando se ve aparecer los cometas; pero los cielos mismos se inflaman para anunciar la muerte de los príncipes”.
¿Todos somos iguales señor lector? Absolutamente no. Shakespeare lo confirma en su poderosa prosa: los reyes, príncipes, políticos, intelectuales y empresarios hoy, a su muerte, hacen aparecer cometas en el cielo. No los pobres ni mendigos.
Nota 2: La muerte, asesinato en “tiempo real” en Uruapan, Michoacán (la segunda ciudad más poblada de ese Estado en manos de criminales, nadie lo duda) de su Alcalde, el joven político Carlos Manzo, puede ser o convertirse en ese cometa, esa luz de esperanza para que caiga Morena a nivel federal y en los Estados y ciudades donde se padece su mandato político.
Nota 3: Un entremés beisbolero. Va terminando la Serie Mundial de Beisbol. “Serie Mundial” reducido a dos países del orbe: Estados Unidos y Canadá.
Qué le vamos hacer, así es el imperio. Sin duda, la serie por el campeonato más reñida, dramática y cerrada de los últimos lustros. Yo iba Azulejos de Toronto, Canadá. Cuando perdieron en extra innings en el último y decisivo partido, mandé una serie de mensajes cortos.
Nota 4: Hablaba de cómo al final de cuentas el dinero (“Time is Money”) y el imperio gringo imponen las condiciones, hasta en lo deportivo. De regreso, recibí hartos comentarios. Pero hubo dos los cuales me ayudaron a cuadrar el siguiente puzle.
El Alcalde de Saltillo, quien anda en las nubes en grados de aceptación debido a su ingente trabajo, Javier “El Tritón” Díaz, me escribió: “Trump no iba a dejar que los canadienses ganaran, maestro”.
Dos: el fino y avispado Secretario Estatal, Gabriel Elizondo me mandó lo siguiente: “Qué lástima que el mexicano Alejandro Kirk no se quiso vestir de héroe…” ¿Lo nota?
Es geografía, política y poder: geopolítica.
LETRAS MINÚSCULAS
Al ganar Dodgers de los Ángeles, Donald Trump (el imperio) se impuso a Canadá (Azulejos) y a México (el receptor Alejandro Kirk en una actuación desastrosa). Sí, ahí viene la revisión del TLC.

JESÚS CEDILLO
Periodista, escritor y poeta, con más de 40 años en la legua cultural y explorando el mundo.
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx
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