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Antes de la revocación de AMLO está el 2021

Al votar dentro de un año para elegir Diputado federal decidiremos entre darle poder absoluto a López Obrador o ponerle un contrapeso real.

«O se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país», Andrés Manuel López Obrador, 6 de junio 2020, a un año de la elección del 2021.

Dentro de un año en la elección de Diputados federales, los mexicanos habremos ahora sí de entregarle en las urnas el poder absoluto a Andrés Manuel López Obrador o recuperar el mandato ciudadano de que no tuviera control del Congreso.

De tanto repetir los legisladores de la Cuarta Transformación (tanto senadores como diputados) que la mayoría de los mexicanos les dimos en las urnas el control de las dos cámaras del Congreso, ellos y muchos ciudadanos acaban pensando que es verdad.

La frialdad del cómputo de los votos de la elección de 2018 cuenta otra historia. Para que el tabasqueño fuera Presidente, votaron 30.1 millones, el 53 por ciento de los 56.6 millones que emitieron su voto. Para la elección de Diputados por los partidos que apoyaron su candidatura (Morena, PT y ES) votaron 24.5 millones (45 por ciento), por alguno de los otros 6 partidos votaron 28.9 millones (54 por ciento) y por candidatos independientes casi 539 mil (1.0 por ciento).

Dicho de otra manera, en el mejor de los casos para Morena y sus aliados electorales, sólo el 45.4 por ciento quería que nuestro líder tuviera la Presidencia y el control de la Camara de Diputados. El restante 54.6 por ciento no quería que pasara lo que al final del día consiguió Morena, primero aprovechando espacios legales y después aliándose con el Partido Verde que le cedió diputados, para alcanzar entre los tres partidos que postularon a López Obrador 320 diputados (el 64 por ciento de la Cámara de Diputados), y tener ya con el Partido Verde también el poder para cambiar la Constitución a placer de nuestro líder.

En el Senado, 24.7 millones de ciudadanos (45.6 por ciento) votaron por candidatos de los partidos de AMLO que hoy tienen 69 de 128 escaños (54 por ciento), de esta manera, pese a que la mayoría de los ciudadanos no lo querían, López Obrador ha podido cambiar todas las leyes que ha querido sin necesidad de que otro partido lo apoye, ya que tiene la mayoría absoluta de las dos Cámaras.

En donde sí ha batallado es en cambiar la Constitución porque el patriotismo del PVEM de entregarse a los deseos del líder de nuestra patria le ha alcanzado a López Obrador para que sus diputados pasaran sin contratiempos las reformas constitucionales, pero en el Senado no le ha alcanzado para ese fin y ahí si han tenido que negociar con la Oposición.

La importancia de la elección de los diputados federales el próximo año radica, principalmente, en dos asuntos: el control del presupuesto federal y el eventual proceso de revocación de mandato de 2022.

La única opción para que López Obrador no pueda disponer del presupuesto, de acuerdo a sus prioridades, es que Morena y sus aliados pierdan la mayoría de la Cámara de Diputados, porque el Artículo 74, apartado IV, de la Constitución Federal, dice: «son facultades exclusivas de la Cámara de Diputados: Aprobar anualmente el Presupuesto de Egresos de la Federación, previo examen, discusión y, en su caso, modificación del Proyecto enviado por el Ejecutivo Federal, una vez aprobadas las contribuciones que, a su juicio, deben decretarse para cubrirlo».Además los Diputados también son los únicos responsables de revisar si el Presidente no desvía el presupuesto aprobado, como lo señala el mismo artículo en el apartado VI «revisar la Cuenta Pública del año anterior, con el objeto de evaluar los resultados de la gestión financiera, comprobar si se ha ajustado a los criterios señalados por el Presupuesto y verificar el cumplimiento de los objetivos contenidos en los programas».

Por otro lado, en el improbable caso (casi imposible) de que los ciudadanos lograran revocar el mandato de López Obrador en 2022, no se convoca a elecciones para elegir al Presidente sustituto, lo nombra el Congreso por mayoría de votos de sus 628 legisladores (500 diputados y 128 senadores), como lo señala el Artículo 84, párrafo 7, de la Constitución Federal: «en caso de haberse revocado el mandato del Presidente de la República, asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo quien ocupe la presidencia del Congreso; dentro de los treinta días siguientes, el Congreso nombrará a quien concluirá el período constitucional». Esta votación sería en escrutinio secreto y por mayoría de votos de los presentes, por lo menos deben de estar dos terceras partes de cada una de las dos cámaras.

En otras palabras, si Morena y sus aliados tienen 315 legisladores en marzo de 2022, podrían nombrar sin necesidad de negociar con nadie al Presidente sustituto. Actualmente, tiene 409 (76 senadores y 333 diputados), para asegurarse ese derecho necesitan mantener dentro de un año por lo menos 239 diputaciones.

Dentro de 362 días estaremos frente a una boleta para elegir Diputado federal, y veo sólo tres tipos de electores: 
– Los que consideran que se debe dar a nuestro líder poder absoluto sobre los recursos del pueblo y además asegurarle que, en una eventual revocación de mandato en 2022, pueda poner a alguno de sus incondicionales de Presidente sustituto, que siga adelante con la Cuarta Transformación. Si usted es de este grupo, asegúrese de votar por cualquiera de los partidos que apoyan a López Obrador (Morena, PT, ES y PVEM) más los que se sumen en los siguientes meses.
– Los que consideran que debe ponerse un contrapeso real para que López Obrador no gaste los recursos públicos en sus prioridades y que de darse la eventual (pero remota) revocación en 2022 no quede ninguno de sus incondicionales de Presidente sustituto. Si pertenece a este grupo asegúrese de votar por cualquier partido ajeno al tabasqueño.
– Los que no se complican tanto y deciden su voto pensando solo en el partido o el candidato de su preferencia.

Independientemente del grupo al que usted pertenezca, lo peor que puede hacer es dejarle su decisión al resto de los ciudadanos y luego lamentarse. Si no le convence ninguno vaya y anule su boleta, recuerde que el que calla otorga.

¡Hasta la próxima semana!

ecrespo@mobilnews.mx


EDMUNDO CRESPO RUIZ es periodista y economista egresado de la Facultad de Economía de la UANL.

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.

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Edmundo Crespo Ruiz

EDMUNDO CRESPO RUIZ es periodista y economista egresado de la Facultad de Economía de la UANL, con más de 30 años de experiencia en medios de comunicación.