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A mi amado Linares, y a sus hijos que están distantes…

En alguna de las viejas bancas

de los andadores de la plaza,

ahí estarán los viejos amigos,

los amigos viejos,

contando sus aventuras y cómicas andanzas,

ahí estarán cubriéndose del frío,

con ojos caídos viviendo de añoranzas.

Y en alguna acera de las viejas calles,

que fueron por carretas tan andadas,

donde hoy el concreto deja estampa,

donde hoy los motores se destacan,

ahí estarán las gotas de lluvia,

del sueño más triste en noche blanca.

En alguna nota exquisita que viaja,

en noche de abril a mis recuerdos,

donde se escucha festiva serenata,

donde se asoman de la luna sus destellos,

ahí estará el amor más dulce,

y el más entrañable y el más bueno.

En alguna anciana arrodillada,

ante el altar, rosario en mano,

pidiendo que el rezo no sea en vano,

estará la esperanza de mi pueblo,

y las flores en murmullo imperceptible,

contarán las campanas del consuelo.

Y en algún madero de la vía,

que se despierta al cercano visitante,

estarán las piedras de los tiempos,

las voces, las risas, los adioses,

y ahí también estará mi corazón,

que me espera, amoroso y vigilante.

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.

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Miguel Ángel Contreras Salazar

Escritor, periodista, poeta y creador de la Fototeca de Linares, NL. Apasionado de las letras e impulsor cultural.