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2021: ¿voto de castigo?

¿Podrán los partidos de oposición –el calificativo está en duda, pues desde su derrota en 2018 no han dado señales de vida– acotar al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) desde el Congreso en la segunda mitad de su mandato?

En las condiciones actuales, ninguno de los partidos tradicionales se acercaría por sí solo a la mayoría absoluta; incluso ni en coalición. Hace dos años, el PAN ganó apenas 39 diputaciones distritales, el PRI 9 y el PRD seis. La mayor tajada se la llevó Morena con 164.

El voto de castigo contra la administración de AMLO tendría que ser masivo en las elecciones del 4 de julio de 2021 para que Morena y sus aliados perdieran el control del Congreso; y podría haberlo, por la mala marcha del país. En caso contrario, el Presidente tendría todas las de ganar aun cuando la intención de voto por su partido haya declinado drásticamente en los últimos meses.

Entre enero y marzo, la preferencia por Morena cayó del 28 al 15%, según una encuesta de El Financiero publicada el 13 de abril. Empero, la intención de voto no se movió hacia ningún partido, sino al segmento de los indecisos (59%). Aun así, el partido gobernante supera al PAN por ocho puntos y al PRI por 10; ni juntos superan a Morena.

“No quiere decir –aclara la nota– que una alianza de esos partidos sumaría aritméticamente todo su apoyo, pero los datos revelan que Morena se encuentra en virtual empate con ellos desde que López Obrador está al frente del Gobierno federal”.

El siguiente apunte del reportero Alejandro Moreno, autor del texto y homónimo del líder del PRI, podría enfriar el ánimo anti-AMLO y el deseo democrático, sano, de equilibrar la balanza entre los poderes Ejecutivo y Legislativo: “En porcentaje efectivo de voto, sin considerar las respuestas ‘ninguno’ y ‘no sabe’, Morena obtendría hoy alrededor del 44% de la votación, probablemente ante un alto abstencionismo. En tanto, el PAN obtendría alrededor del 24% y el PRI alrededor del 20 por ciento”.

El partido con peor imagen es el PRI, de acuerdo con la pesquisa de El Financiero: el 70% la calificó de “mala/ muy mala”. Le sigue el PAN, con un 18% de respuestas positivas y 54% negativas. Para el 36% de la muestra, Morena tiene “muy buena/ buena imagen” y para el 36% es “mala/muy mala”. En el caso del PRD, la percepción es semejante a la de Acción Nacional (53% positiva y 13% negativa).

El reportero advierte que “en buena medida, las bajas a Morena reflejan la disminución en los niveles de aprobación al Presidente de la República. Pero la encuesta revela que el rechazo al Mandatario ha sido más leve que el abandono al partido. Esto se debe, en parte, a que el Presidente ha perdido principalmente apoyo entre los ciudadanos con mayores niveles de escolaridad, mientras que Morena ha perdido apoyo entre todos los segmentos sociales, altos y bajos, por igual”.

El dato puede confortar a quienes pugnan por un Legislativo capaz de controlar a AMLO.

Ernesto Zedillo –en la segunda parte de su sexenio– Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto encabezaron gobiernos divididos, pero el Congreso –de mayoría opositora– tampoco se distinguió por su independencia, sobre todo con el chachorro de la cleptocracia.

Si los candidatos de los gobernadores vuelven a perder, adiós reforma fiscal. Y si la hay, sería la de AMLO, no la de ellos.

Este texto es responsabilidad total, única y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.

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