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2021, prueba de fuego

Una elección conduce a otra, pero nunca reproduce sus resultados. La regla aplica a todos los partidos. El PRI hizo carro completo en los comicios para diputados de 2014, y tres años después estuvo a punto de ser defenestrado.

La estadística del proceso del 18 de octubre, en la cual se renovó el Congreso local, prefigura una competencia entre el PRI y Morena por la Gubernatura en 2023, a menos que el PAN vuelva a realizar el milagro de la multiplicación de los votos. Morena, aun dividido y sin liderazgos ni estructura, tendrá cuatro diputados en la LXII legislatura contra 16 del PRI, tres de Acción Nacional, uno de Unidad Democrática y uno del Verde.

Acción Nacional fue reducido a polvo. Alcaldías que suponía seguras, como las de Torreón y Monclova, ahora están en riesgo y en 2021 podrían ganarlas el PRI o Morena. El partido del presidente Andrés Manuel López Obrador no obtuvo ninguna diputación de mayoría relativa, pero en 15 de los 16 distritos ocupó el segundo puesto con el 20% de los votos.

La ventaja de Morena para crecer y la confianza del PAN para recuperarse es que el año entrante la participación ciudadana rebasará por mucho el 39% del mes pasado. Coahuila elegirá ayuntamientos y diputados federales el 6 de junio próximo.

El Congreso es prioritario para AMLO –como en Coahuila lo era para Miguel Riquelme–, pues de su composición dependerá el futuro de su agenda. La intención de voto favorece al partido del Presidente.

La encuesta electoral de Reforma del 1 de septiembre distribuye así las preferencias: Morena 43%, PRI 21% y PAN 20 por ciento. La medición de Massive Caller registra algunas variaciones: Morena 40%, PRI 11.8% y PAN 24.2 puntos porcentuales.

Morena es mayoría en la Legislatura actual con 252 diputados, seguido por el PAN (77), PRI (48) y PT (46). El resto de los 500 escaños corresponden a Movimiento Ciudadano, Encuentro Social, PRD y Verde.

De acuerdo con diversas pesquisas, en los 15 estados donde se elegirá Gobernador, 30 congresos locales y mil 900 ayuntamientos, el voto en cascada favorecería a Morena como ocurrió en 2018. Las circunstancias son distintas, pues el presidente López Obrador tendrá entonces dos años y medio de desgaste, acentuado por la incapacidad de su Gobierno para afrontar los problemas de violencia, inseguridad y salud, así como por el nulo crecimiento económico.

El hándicap del PRI son los escándalos del sexenio de Peña Nieto. El más reciente se destapó con la detención del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, en Los Ángeles, California, acusado por la DEA de vínculos con el narcotráfico.

El PAN adolece del mismo vicio, pues Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública con Felipe Calderón, es procesado en Estados Unidos bajo los mismos cargos. La crisis en ambos partidos la profundiza el déficit de liderazgo y de apoyo ciudadano.

Ganar el Congreso de Coahuila no salva al PRI. La prueba de fuego será en 2021 cuando exponga 8 de las 11 gubernaturas que hoy ocupa: Colima, Campeche, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.

Perder la mitad sería un colapso, pero si Morena se hace con todas, como pronostican las encuestas, sería el final del partido fundado por Calles. Solo le quedarían Coahuila, Estado de México e Hidalgo. Las otras entidades donde también habrá cambio de gobierno son Baja California (Morena), Baja California Sur, Chihuahua, Querétaro, Nayarit (PAN), Michoacán (PRD) y Nuevo León (independiente), en las cuales la intención de voto favorece a Morena.

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.

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