Si la presidenta no hace valer su poder para elegir candidatos en 2027, el sexenio se habrá acabado para ella y, quizá, hasta en el 2028 pudieran los grupos duros de su propio partido impulsar la revocación de mandato.
La presidenta Claudia Sheinbaum no tiene un trabajo sencillo, heredó una economía empantanada y con crecientes responsabilidades auto asumidas, pero también un entorno político en que no puede ejercer su liderazgo so pena de confrontarse con YSQ, además de tener sobre su cabeza la amenaza de la revocación de mandato que algunos grupos de su propio partido pudieran tener la tentación de hacer efectiva.
Como dicen algunos miembros de la comentocracia, tiene formalmente mucho poder pero en la realidad difícilmente puede ejercerlo.
Si a lo anterior agregamos el entorno internacional, específicamente la volatilidad generada por Donald Trump, el panorama no pinta nada bien para la presidenta Sheinbaum quien pudiera llegar a ser considerada “la culpable” en caso de que la crisis económica que algunos avizoran se llegara a materializar.
Una situación parecida, aunque no igual, a la que se presentó en Brasil con Dilma Rousseff, quien pagó los platos rotos, por lo que a popularidad se refiere además de algunas consecuencias como su destitución, de que haya sido ella quien no pudo sostener la situación que le dejó su antecesor, el hoy nuevamente presidente Lula Da Silva.
México no cuenta hoy con una economía tan sólida como para permitir a la presidenta Sheinbaum una mayor autonomía con respecto al vecino del norte, ya que el T-MEC es nuestro principal activo y este no pasa por su mejor momento debido a que en la práctica los aranceles pudieran hacerlo inexistente.
Es cierto que hasta ahora las amenazas no se han materializado, pero ahí siguen y no podemos descartarlas pese a lo que se dice del presidente Trump bajo el acrónimo de TACO, ya vimos que en el caso de Irán no se hizo a un lado ni, como diría Catón, se patraseó.
Así es que ¿quién sabe?
Por ello deberíamos empezar a pensar acerca de lo que puede suceder si a la presidenta Sheinbaum no le alcanza para salir bien librada de la situación en que recibió el país y acaba por ser considerada como la culpable, el chivo expiatorio y es rebasada por el ala dura de Morena.
Porque, en caso de que ello sucediera no esperemos que sea en bien de México, sino precisamente de esa ala dura en la que destacan gente como las grandes familias de Morena, difícilmente alguien más.
Por otra parte, desde el punto de vista político, para la presidenta viene una situación por demás difícil en el no tan lejano 2027, ya que, antes de la revocación de mandato, deberán definirse las candidaturas de diputados federales, gobernadores y una multiplicidad de gobiernos municipales.
Considero que si en ese momento la presidenta no hace valer su peso, difícilmente podrá hacerlo en otro momento y el sexenio se habrá acabado para ella y, quizá, hasta en el 2028 pudieran los grupos duros de su propio partido impulsar la revocación de mandato para no esperar al 2030.
Si a la presidente no le alcanza para impulsar su propio proyecto, seguramente veremos cómo los grupos radicales de su partido se hacen con el poder.
Juan Palacios
JUAN PALACIOS es educador de profesión, periodista por vocación. Editorialista en La Moneda, ABC, El Porvenir y Radio Alegría, en Monterrey. Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx