En esta ocasión te platico sobre una historia que sucedió en esta hermosa ciudad de Saltillo en el año de 1975, en el mes de noviembre para ser exactos, cuando un paseo, un viaje desde Los Ángeles, terminó con la vida de un viajero, quien es precisamente el personaje principal de esta historia. Y quiero aclarar que no me refiero a un viajero humano, sino a una jirafa de nombre “Wally”.
El empresario norteamericano de nombre Ed Dalay había obsequiado una jirafa al zoológico de Chapultepec, ubicado en la Ciudad de México. El envío de este espécimen sería por tierra, desde la ciudad de Los Ángeles, California hasta el Distrito Federal, hoy Ciudad de México.
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“Wally”, tendría que hacer un recorrido de poco más de 2 mil millas, algo así como 3 mil 200 kilómetros: salir de Los Ángeles, por el lado norteamericano llegar hasta Laredo, Texas; cruzar a México, para después tomar a carretera 57 y así llegar a su destino final.
Un día del mes de noviembre de 1975 la jirafa “Wally” arribó a nuestra hermosa ciudad de Saltillo, atravesó el Blvd. Constitución, que es el boulevard que hoy llamamos Venustiano Carranza. pero al llegar a la altura en donde se ubica el hotel Huizache, algo increíble sucedió, “Wally” la jirafa empezó a hacer ruidos extraños, ¡que digo extraños¡, ¡que digo ruidos¡, pues las jirafas son los únicos animales del reino animal que no producen sonido alguno, ya que carecen de cuerdas vocales, pero dejemos la clase de biología y regresemos a la historia. A la historia de Wally, la jirafa.
Los veterinarios, el cuerpo médico que acompañaban a “Wally”, decidieron darle un descanso a la jirafa, medicarla para después continuar con su camino hacia la ciudad de los palacios. En fin, ya habían recorrido más de la mitad del camino, el clima de nuestra ciudad era fresco, la gente agradable y no había mucho bullicio, así que se convirtió en el lugar perfecto para descansar unos días. Y la verdad no culpo a los veterinarios el querer quedarse unos días en nuestra hermosa ciudad de Saltillo y disfrutarla.
Déjeme aclararle estimada y estimado Saltillense que en aquellos años no se contaban con libramiento o periférico alguno, por lo que, si querías ir a la Ciudad de México desde la entrada del norte a Saltillo, se tenía que recorrer el Blvd. Constitución hasta Presidente Cárdenas, donde girabas a la izquierda hasta la carretera 57 y de ahí todo derecho hasta la capital del país.
Al tercer día la salud de la jirafa mejoró, los veterinarios decidieron continuar con su camino, tomaron el Blvd. Constitución hacía el sur, llegaron a Presidente Cárdenas, giraron hacia la izquierda y a los pocos metros, “Wally”, la jirafa que habían sido obsequiada por el empresario Ed Dalay desde Los Ángeles, falleció.
Y esta es la historia, la historia de una jirafa llamada “Wally” que fue donada desde Los Ángeles, California y no llegó a su destino final, el zoológico de Chapultepec, pues sólo tal vez, “Wally” prefirió perder la vida antes que abandonar a nuestra hermosa ciudad de Saltillo.

Francisco Tobías
Egresado de la UdeC, Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx