CDMX.- En menos de un año, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) llevaron a cabo un operativo extraordinario de verificación que abarcó gasolineras de todo el país, con el propósito de vigilar el cumplimiento de la normativa vigente en la venta de combustibles.
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La estrategia tuvo como eje central asegurar que los proveedores mantuvieran el precio del combustible regular por debajo de los 24 pesos por litro, como una medida orientada a proteger el poder adquisitivo de las familias y evitar prácticas que afecten la economía de los consumidores.
Las acciones de supervisión incluyeron revisiones integrales a estaciones de servicio, con énfasis en el respeto a los precios establecidos y en la correcta operación de los establecimientos, reforzando la coordinación entre ambas dependencias federales para garantizar condiciones justas en el mercado energético.