Mérida, Yuc.- El director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Joel Omar Vázquez Herrera, encabezó la segunda jornada de trabajo con las y los integrantes de los distintos gremios y representaciones sindicales adscritos a la dependencia en el estado, acompañado por su equipo directivo. Este ejercicio forma parte de un nuevo modelo que impulsa la descentralización institucional y busca transformar demandas históricas en propuestas estratégicas para el mejor futuro del patrimonio cultural de México.
Al cierre de dos días de trabajo, Vázquez Herrera expresó su satisfacción al constatar que el modelo metodológico de diálogo participativo comienza a dar resultados tangibles. “Estoy satisfecho porque logramos construir colectivamente, con propuestas claras y priorizadas, una agenda común que no solo refleja las necesidades internas del instituto, sino también una visión orientada hacia la vinculación con las comunidades, autoridades locales y los distintos órdenes de gobierno”.
El director general subrayó que las y los trabajadores participantes —de todas las representaciones sindicales y modalidades de contratación— contaron con un foro abierto para plantear sus inquietudes. Destacó además la calidad de las propuestas presentadas, caracterizadas por la creatividad, disciplina y el compromiso institucional.
“Hubo un ambiente propositivo para la generación de soluciones y proyectos viables. Eso habla de convicción, de confianza en la institución y, sobre todo, de una nueva forma de concebir el servicio público”, puntualizó.
Asimismo, reconoció la importancia de que estas propuestas cuenten ahora con el respaldo y compromiso de las coordinaciones nacionales, de las secretarías y de la Dirección General del instituto, “lo cual nos asegurará que no se queden en esfuerzos aislados, toda vez que insistiremos para que se transformen en líneas estratégicas de trabajo, a mediano y largo plazo”.
Finalmente, Vázquez Herrera reafirmó que este modelo de diálogo será replicado en las demás entidades del país, de forma individual o regional, con el objetivo de reducir la histórica brecha entre oficinas centrales y los centros INAH.
“Estamos construyendo un instituto más cercano, abierto y capaz de vincularse con su entorno. Este ejercicio es perfectible, pero ya marca un cambio de paradigma en la vida institucional”, finalizó.