Tacos Joven

En esta ocasión te platico de lo que muy probablemente sea la taquería más longeva que tenemos en nuestra hermosa ciudad, de un negocio de alimentos que, con seguridad, es de los que más años ha dado servicio, atención y sabor a los saltillenses. Me refiero a la taquería “Tacos Joven”.

Un negocio en el cual han trabajado ya cuatro generaciones, pues todo inició hace aproximadamente 100 años, cuando don Leocadio Rivera y doña Francisca Romero decidieron abrir un negocio para darle sustento a su familia.

Todo comenzó sobre la hoy calle de Pérez Treviño, cuando todavía se llamaba Venustiano Carranza, justo afuera de lo que era el Café Saltillo. Después se trasladaron a la vuelta, sobre la calle Acuña —cuando Acuña bajaba—, para mayores señas de aquel tiempo, afuera del Bancomer. Y desde hace 39 años podemos deleitar nuestro paladar con sus típicos y tradicionales tacos de carne deshebrada con frijoles.

Precisamente en ese lugar, en un local pequeño en tamaño —pues mide apenas 1 por 4 metros—, pero enorme en sabor e historia, platiqué con doña Emma, tercera generación en el negocio. Entre saludos a quienes pasaban, mientras doraba algunos tacos y gorditas y daba instrucciones a su hija Viridiana, quien representa la cuarta generación de Tacos Joven, pude conocer esta historia de amor, trabajo, dedicación, sabor y mucho de Saltillo.

Este negocio de gran tradición en nuestra ciudad ha perdurado gracias al cariño con el cual han trabajado cuatro generaciones de Riveras. Gracias al amor con el que han laborado abuelos, padres, hijos y nietos, ha sido posible que 22 descendientes de don Leocadio y doña Francisca hayan tenido alimento, vestido y techo.

Platicando con doña Emma, cuando le pregunté por el precio inicial de los tacos, me dijo:

—Mire, la verdad, mi recuerdo de los precios es cuando los vendíamos a 50 centavos.

Eso fue en aquellos años cuando ayudaba a mis abuelitos en el carrito. Emma, nieta de quienes iniciaron este negocio de Tacos Joven, me aseguró —y debe tener razón— que el éxito para mantenerse como negocio por 100 años es hacer todo con amor y tener un excelente trato con los comensales.

Déjeme decirle, estimada y estimado saltillense, que todos los productos se elaboran a diario: desde la masa para las tortillas y gorditas, pasando por las salsas y los guisos. Todo comienza desde la 1 de la mañana.

Anécdotas hay muchas, como aquella en la que un comensal se comió la pequeña cantidad de 15 tacos y tres gorditas. Pero doña Emma me asegura que la mejor de las mejores anécdotas le sucedió el frío 27 de diciembre de 1988.

—Eran las 12:30 de la mañana y ya no aguantaba más —me dijo—. Estaba en la Acuña y llegué a la esquina con Pérez Treviño. Le hice señas a una patrulla, la cual se detuvo. Los oficiales, que eran dos, me dijeron: «¿Usted es la de los tacos?, ¿qué necesita?»

—Que me lleven al hospital —respondí—, ¡estoy a punto de parir!

Un oficial me llevó al HU en la patrulla; llegamos al hospital y di a luz a mi hija mayor, Martha Emma… mientras el otro policía se quedó cuidando la taquería.

Hoy puedes disfrutar de unos ricos tacos o gorditas sobre la calle Pérez Treviño, en el local marcado con el número 331-A, en la zona centro de nuestra hermosa ciudad de Saltillo, donde doña Emma y su hija Viridiana los atenderán con gusto. Así deleitarás tu paladar con los tacos más antiguos de todo Saltillo: los Tacos Joven, algo que es muy de Saltillo y que vale la pena presumir.