Será peor

Luego de ver lo que sucedió en cada uno de los dos encuentros de Semifinales, podría considerarse que son aceptables los resultados obtenidos por Tigres y Rayados.

De entrada, hay que considerar que la Liga no quiere a los equipos regios, por eso los arbitrajes tan cargados hacia el cuadro cementero y el mexiquense.

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En ambos casos enviaron silbantes no sé si brutos o sobornables.

Sobre todos los de la Máquina, tenían permiso para pegar a diestra y siniestra.

Tigres plantó una doble barrera defensiva que le funcionó todo el juego. Tan bien, que solo mediante un tiro penal pudieron llegar al arco felino.

Dos o tres tiritos más fueron las únicas llegadas. Nunca supieron cómo abrir al cuadro de amarillo. Ese equipo azul era una máquina antes de que lo echara a perder el actual entrenador. Hoy son un equipo más y no es más que Tigres.

¿Qué le pasó a Bruneta?

De lente obscuro por la alameda, paseando, caminando, trotando, viendo el paisaje y el juego en posición privilegiada.

En la única que tuvo con arco abierto, tras una fantástica colada de Farfán, la tiró dos metros afuera. No se sabe si fue premeditadamente, adrede o a propósito, pero de los argentinos todo se puede esperar.

Buen resultado. En casa debe ser diferente.

En el estadio de La Pastora. La noche, los aplausos y el trofeo del Hombre del Partido, se lo tuvo que llevar Luis Cárdenas.

Aunque los aztecos derramaban baba por Marcel.

Luis es un tipo que ha mostrado sobradamente su calidad y le siguen trayendo madera sudamericana.

De no haber sido por él, se comen cuatro los de las rayas. Buen trabajo de la defensiva y el mediocampo, que apretó fuerte, hasta que aflojaron y se les echaron encima.

Monterrey sigue adoleciendo en la generación de juego ofensivo.

Siendo precisos tendríamos que contar solo un tiro a puerta de Arteaga, de volea, el gol de Berte, un tiro de Corona al cuerpo de González y… Tan Tan. Todo eso en la primera parte. En la segunda, Toluca pudo jugar sin arquero. No hicieron un solo tiro al arco. Uno solo no hubo.

Por una simple razón, el grupo de volantes es de pocas luces. No te pueden tejer una jugada ofensiva con una pared, un pase al espacio, un buen centro, un latigazo profundo o terminarla con un tiro a puerta. Excepto Canales que fue severamente apretado, los demás, Fimbres, Ambriz, Torres… nadie más te genera algo. Corona, como siempre intermitente y fue gracias un pase preciso suyo que Berte pudo marcar.

Pero de nadie más esperas una jugada ofensiva. La gente sabe que si no es mediante un escopetazo de Canales o un cabezazo de Berterame, no espera más nada.

Torrent no discute con nadie de fútbol, porque cree que la gente y los periodistas son ignorantes.

Sería sencillo si pudiese explicar cómo es que tiene una forma de juego tan evidente, tan predecible, tan obvia, que avisa sus intenciones.

Basta con verlos tratar de llevar la pelota al otro arco, como hacen los niños y luego ya llegando allá, a ver qué pasa. Luego cuando entró De La Rosa fue peor. No marca y no te baja una pelota, no te genera más que dudas.

Si el Diablo se te echó encima, fue porque lo permitiste.

No puedes solamente defender tu golecito y no tener confianza en tu equipo. Si ni tú les confías, imagínate la gente.

Ahora, si piensan que en Toluca será distinto, le podemos adelantar al señor Torrent que será peor.

Si en tu casa, en tu cancha ante tu gente hiciste dos tiros a gol en el primer tiempo y un tercero que anotaste, luego ya no pudiste hacer ninguno y tu mejor hombre fue tu guardameta…

Allá no solo será distinto.. será peor.

Con ventaja –para ellos– por tener un entrenador marrano, argentino, que manda golpear y el árbitro se los va a permitir…

Más vale que se recen un rosario.