El consumo y la inversión registran datos negativos, lo que da señales de una desaceleración económica
Los motores de la economía mexicana siguen apagados: tanto la inversión fija bruta como el consumo privado reportaron datos negativos en marzo de 2025.
Estos indicadores, fundamentales para el crecimiento económico, muestran una tendencia negativa que podría anticipar una desaceleración más profunda.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inversión fija bruta disminuyó 4.7 por ciento en marzo en comparación con el mismo mes del año anterior, marcando el séptimo mes consecutivo de contracción anual. Este descenso se atribuye principalmente a una caída del 17.1% por ciento en la construcción no residencial, su peor resultado desde diciembre de 2024.
Por su parte, el consumo privado, principal motor de la economía nacional, registró una disminución anual del 1.3 por ciento en marzo, acumulando cuatro meses consecutivos a la baja. En términos mensuales, el consumo privado se redujo 0.2 por ciento, con descensos en el consumo de bienes y servicios de origen nacional (-0.5 por ciento) y un aumento marginal en bienes importados (0.4 por ciento).
Estos datos reflejan una tendencia preocupante en la economía mexicana, donde tanto la inversión como el consumo muestran señales de debilidad.
La prolongada caída en la inversión fija bruta y el consumo privado podría tener implicaciones significativas para el crecimiento económico en los próximos meses, especialmente si no se implementan medidas para revertir esta tendencia.
“Sigue la debilidad en la economía mexicana. En el primer trimestre, la inversión fija bruta acumuló una contracción de 5.48% frente al mismo periodo de 2024. Por su parte, el consumo privado acumuló una contracción de 0.89%, la primera caída para un inicio de año desde el 2021”, consideró Gabriela Siller, Directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Base.
Analistas económicos sugieren que factores como la incertidumbre en políticas públicas, condiciones financieras restrictivas y un entorno global volátil podrían estar contribuyendo a esta desaceleración.