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Rodeo Gubernatura: 2029 (III)

Llega el turno a Gabriel Elizondo, responsable del Programa Mejora; a Javier Díaz, alcalde de Saltillo, y al caballo negro, Cuarto de Milla mixto y de pura sangre inglés. Gabriel es un joven entusiasta, carismático e incansable en su trabajo; medular para nutrir la estructura electoral del PRI en los 38 municipios del estado.

Por ello, Mejora es una estrategia integral de bienestar que articula apoyos alimentarios, becas educativas, salud, créditos, regularización y mejora de viviendas, brigadas de servicios, infraestructura urbana y acciones de seguridad en las cinco regiones del estado.

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La capacidad de Gabriel como operador político electoral es fortalecida por su estrecha amistad con el gobernador Manolo Jiménez, y es, además, primo segundo de su esposa.

Es altamente probable que la eficacia de su trabajo en Mejora, ligada a la estructura priista, rinda frutos positivos en las elecciones intermedias de 2026, para afirmar su futuro político personal, retener el control político del Congreso local y apuntalar el mandato del gobernador Jiménez en sus tres años restantes de gobierno.

La debilidad de Elizondo es su falta de experiencia en el servicio público. Su tránsito por el Instituto Municipal de la Juventud en Saltillo y su fugaz paso por la Secretaría de Inclusión y Desarrollo Social, antes de asumir la responsabilidad de Mejora estatal, no lo califican con la experiencia debida para asumir la responsabilidad de dirigir los destinos de Coahuila.

Podría ser un candidato con alta rentabilidad electoral e inclusive ganar las elecciones para la gubernatura en 2029, pero, aun así, hoy no está calificado para aspirar a tales alturas.

Puede cocinarse su candidatura exprés en los cuatro años restantes? Sí, aunque se corre el riesgo de “pandearlo”, en palabras de Manuel Bernardo Aguirre (1908-1999), viejo político priista, que solía decir: “Nunca montes un potro joven porque lo pandeas”.

¿Puede Elizondo crecer y madurar en lo que resta del sexenio de Manolo? Sin duda. Sus oportunidades para ello podrían cristalizarse en una diputación local, con la presidencia del Congreso incluida, o en una secretaría del gabinete de Jiménez.

Cualquiera de esos dos puestos le permitiría a Gabriel construir un liderazgo político distinto, que enriquecería sus capacidades como operador político-electoral y le permitiría posicionarse y apuntalar el proyecto transexenal del actual gobernador.

Su mayor amenaza o riesgo consiste en imaginar que puede ser gobernador, porque dentro y fuera del corral de Jiménez hay candidatos y candidatas que lo aventajan de manera sustancial.

Javier Díaz posee una experiencia de 20 años como servidor público en las direcciones del Instituto Estatal del Deporte, de Alto Rendimiento y de administración en el ICAI. Fue también diputado local, administrador fiscal general y secretario de Inclusión y Desarrollo Social.

Otras fortalezas de Javier son su capacidad para imaginar –y trabajar– por el futuro de Saltillo en temas de vialidad y transporte público, presupuesto participativo, gobierno digital, imagen urbana y cercanía ciudadana; su férrea coordinación con el gobierno estatal y su alianza –por matrimonio– con las viejas fuerzas empresariales pro panistas de Saltillo.

Dos son sus debilidades: las dificultades para cumplir las altas expectativas creadas por la alta votación alcanzada para llegar a la alcaldía y las metas descritas en su Plan Municipal de Desarrollo, que plasman un Saltillo del futuro inmerso en problemas urbanos estructurales de viejo cuño. Y la imposibilidad de construir un liderazgo desde la alcaldía de Saltillo –en las cinco regiones del estado– que lo proyecte hacia la gubernatura en 2029.

Díaz cuenta con un sólido equipo de colaboradores que le ayudarían, en el mejor de los casos, a sortear la primera debilidad; sin embargo, para remontar la segunda tendría que contar con la anuencia directa del gobernador.

Sus mayores amenazas son no cumplir con las expectativas tan altas que tiene el saltillense de su gestión y no saber, por imprudencia o avorazamiento, cumplir con los tiempos políticos que marca –en ritmo y velocidad– el mismo gobernador.

En este rodeo por la gubernatura 2029, ¿dónde está el caballo negro, Cuarto de Milla mixto y de pura sangre inglés? Corre libre por el semidesierto chihuahuense, en espera de tomar vida a través de mi pluma. Hoy, lastimosamente, el espacio no alcanzó.

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Luis García Abusaíd

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx