El gran atractivo para el Estadio BBVA, conocido durante el Mundial como Estadio Monterrey, será la visita de la Naranja Mecánica
Monterrey recibirá uno de los grupos más variados y contrastantes del próximo Mundial. En la cancha del Estadio BBVA coincidirán tres formas de entender el futbol: la tradición táctica europea de Países Bajos, la disciplina veloz de Japón y la resistencia estratégica de Túnez.
Cada selección llegará al norte de México con su historia, su momento presente y una propuesta que promete ofrecer algunos de los partidos más dinámicos de la fase de grupos.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: NL Y COAHUILA EN TOP 5 DE POLICÍAS MEJOR PAGADAS
La historia mundialista de Países Bajos es una de las más reconocidas del planeta, pese a no haber conquistado nunca la Copa. Con tres finales jugadas —1974, 1978 y 2010—, la “Naranja” se ha convertido en sinónimo de innovación futbolística desde la era del “futbol total”. Su presente mantiene la misma exigencia: una selección joven, atlética y con una defensa entre las más sólidas de Europa.
Llegará a Monterrey con un plantel asentado en las principales ligas del continente y una figura que sigue marcando diferencias: Virgil van Dijk, líder silencioso y eje de la zaga neerlandesa.
Otra de sus grandes figuras es Frenkie de Jong, mediocampista del Barcelona, que es considerado como el motor de la creación de la escuadra naranja.
Países Bajos se caracteriza por un estilo de orden, salida limpia y ataques elaborados, un sello que podría lucir especialmente bien en la cancha del BBVA, donde se espera que asuma el rol de selección dominante en cada partido.
En el otro extremo del estilo aparece Japón, una de las selecciones más consistentes del futbol asiático en los últimos 25 años. Con siete participaciones consecutivas en Copas del Mundo desde 1998, su historia reciente se ha construido con base en disciplina, presión alta y un ritmo de juego que suele desconcertar a rivales más físicos.
El momento japonés es uno de los mejores de su época: eliminatorias contundentes, amplio recambio generacional y un grupo de futbolistas consolidados en Europa.
La figura más visible es Takefusa Kubo, el mediapunta del Real Sociedad que combina velocidad con claridad técnica y que representa la evolución ofensiva del conjunto nipón. Para Monterrey, Japón traerá partidos intensos, transiciones rápidas y una afición que convierte cada juego en un espectáculo sonoro.
El tercer integrante del grupo es Túnez, una selección que ha hecho de la resistencia y la organización defensiva su marca registrada. Los tunecinos cuentan con seis participaciones mundialistas y un crecimiento sostenido en la última década dentro del futbol africano.
Aunque no suelen partir como favoritos, son especialistas en incomodar a cualquier rival, como lo han demostrado en Copas Africanas y eliminatorias.
Su presente es competitivo: un equipo compacto, sólido en duelos individuales y capaz de aprovechar mínimos errores. La figura más reconocible es Youssef Msakni, un atacante experimentado que aporta creatividad y desequilibrio en los momentos clave. Túnez llega para disputar cada centímetro de la cancha, ofrecer partidos duros y proponer ritmos más cortos que pondrán a prueba la paciencia de neerlandeses y japoneses.
Un cuarto integrante de este grupo saldrá de los duelos de repechaje en Europa. Las selecciones que podrían ganar el boleto del Repechaje B son Ucrania, Suecia, Polonia o Albania. Estos duelos se jugarán a finales de marzo en una sede por definir.