La política en México entró en modo selfie. No sólo porque muchos políticos se graban todo el día, sino porque viven dentro de una cámara de resonancia donde sólo se escuchan a sí mismos.
Publican, se aplauden, se comentan entre ellos, y creen que el mundo exterior coincide con esa burbuja digital que han construido.
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Confunden visibilidad con influencia y reacción con aprobación. Pero la ciudadanía, y especialmente los jóvenes, ya no están ahí.
El voto joven en Coahuila se ha convertido en el mejor recordatorio de que la gente no quiere ver a un político mirándose al espejo.
Quieren a alguien que los vea a ellos. Que entienda la vida real y no la versión editada con filtros.
Los jóvenes no buscan líderes que presuman cercanía, sino lideres que la ejerzan. No votan por quien graba más historias, sino por quien ofrece certezas: seguridad para caminar, movilidad que funcione, oportunidades que no dependan de suerte y vivienda posible, no aspiracional.
Mientras algunos creen que conectar con los jóvenes es hablar «en su idioma», bailar en TikTok o repetir frases diseñadas para likes, otros empiezan a entender que la verdadera comunicación politica hoy es una conversación, no una actuación. Y una conversación implica escuchar, no solo grabarse.
La politica corre el riesgo de volverse un espectaculo autorreferencial: políticos que se hablan entre ellos, que se contestan entre ellos y que se tranquilizan entre ellos.
Pero afuera, los jóvenes construyen una idea muy distinta del liderazgo: alguien que no solo se expone frente a la cámara, sino que se expone a la realidad.
El nuevo lenguaje de la política no es vertical, sino honesto. No vive en el reflector, vive en la coherencia. Y así como las redes amplifican el ruido, también amplifican la incongruencia.
El voto joven lo ha dejado claro: ya no quieren politicos que se miren al espejo; quieren políticos que los miren a ellos.
Los que lo entiendan, avanzarán. Los que sigan en modo selfie, seguirán hablando solos en su propia cámara de resonancia.
EVA FARÍAS
Eva Farias es periodista, comunicadora y narradora de historias con más de 15 años de experiencia. Su voz se distingue por unir lo personal con lo colectivo, con una mirada cercana, crítica y profundamente humana.
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autora, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx
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