Desde 2014, la entidad aprobó los enlaces matrimoniales entre personas del mismo sexo
En 2014, Coahuila se convirtió en el segundo estado del país —después del entonces Distrito Federal— en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Aquella decisión colocó a la entidad en los reflectores nacionales como una de las más progresistas en materia de derechos para la comunidad LGBTI+. Sin embargo, una década después, la entidad solo representa 0.5 por ciento de los matrimonios igualitarios celebrados en México.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en todo el país se registraron 6 mil 606 matrimonios entre personas del mismo sexo durante 2023.
De estos, tan solo 33 ocurrieron en Coahuila, a pesar de su papel histórico en la lucha por la igualdad. La cifra sorprende aún más si se considera que estados como la Ciudad de México, Jalisco y el Estado de México concentran la mayor parte de estos enlaces.
En el caso de la capital del país, por ejemplo, se llevaron a cabo más de mil 500 matrimonios igualitarios tan solo el año pasado.
Esta aparente contradicción entre la legislación temprana y la baja participación puede tener varias explicaciones: desde factores culturales y sociales, hasta la persistencia de prejuicios o la falta de información en algunas regiones del estado.
También podría influir la migración de parejas hacia entidades donde los trámites son más accesibles o donde se sienten más seguros de vivir su identidad.
Lo que es un hecho es que la población LGBTI+ en México representa un sector significativo.
Según la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG), cerca de 5 millones de personas en el país —es decir, poco más del 5% de la población mayor de 15 años— se identifican como parte de esta comunidad.
La mayoría se reconoce como bisexual (52%), seguido por personas homosexuales (26.5%) y lesbianas (10.6%). Además, alrededor de 909 mil personas se identifican con una identidad de género distinta a la que se les asignó al nacer.
Aun así, el acceso a derechos como el matrimonio no es la única batalla. La discriminación, la violencia y los problemas de salud mental siguen siendo parte del día a día para muchas personas LGBTI+.
Datos de la misma encuesta revelan que 37% de esta población ha sido víctima de al menos un acto de discriminación en el último año. Y en el plano emocional, más del 88% declaró haber sentido estrés, mientras que uno de cada dos reportó síntomas de depresión. Casi el 29% confesó haber tenido ideas o intentos suicidas, principalmente por conflictos familiares, escolares o de salud.
Los datos sobre los vínculos conyugales también revelan otras complejidades. Aunque el número de matrimonios entre personas del mismo sexo ha aumentado —de 3 mil 592 en 2019 a 6 mil 606 en 2023— también lo ha hecho el número de divorcios en este grupo.
En 2020, por ejemplo, 441 personas se divorciaron de su pareja del mismo sexo, una cifra que había crecido más del doble respecto a 2019. La mayoría de estos divorcios correspondió a mujeres.
“La tendencia para ambos sexos ha ido en aumento, principalmente para las mujeres, quienes pasaron de 9.6 divorcios por cada 100 matrimonios en 2019 a 11.5 en 2023. Para los hombres, incrementó de 9.1 a 9.8 en el mismo periodo”, precisó el Inegi.