Nuevo León… ¿»Number One» en todo?

Vaya que el gobernador norestense Samuel Alejandro García Sepúlveda y su esposa, Mariana Rodríguez, saben hacer lo mismo que el mito de los Castellanos a los mexicas y demás pobladores del Valle de México hace cientos de años.

Sin duda que saben  «vender espejitos» y utilizan todas las herramientas cibernéticas y plataformas digitales para empujar una estrategia del marketing que sostiene que una mentira dicha mil veces puede convertirse en verdad.

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Es válido desde el punto de vista del mantenimiento del poder público, sin embargo, desde un enfoque purista de lo que representa la esencia de gobernar, tengo mis serias dudas.

Hace unos días vimos a la pareja gobernante de Nuevo León en el evento de los nuevos uniformes de la Selección Mexicana de Fútbol, luciéndose con los números 27 ella, y 30 él.

Mensaje super claro y para nada escondido.

Mariana busca ser candidata a la Gubernatura de Nuevo León en el 2027 y suceder a su marido, mientras que Samuel  busca ser, de nuevo, candidato a la Presidencia de la República en el 2030.

Debemos reconocer su juego abierto y frontal, demostrando que sencillamente no les interesa cuidar ningún tipo de formas, ya que después de todo los resultados se les han venido dando haciendo las cosas a su manera.

¡Hasta el momento! Es más, acaba de rendir su Cuarto Informe y Samuel Alejandro parece no darse cuenta que, en cuestión de meses, habrá aspirantes a sucederlo, y se dará cuenta de la realidad de la Política: ¡Los amigos son falsos y los enemigos verdaderos!

Mientras tanto, sigue en la fiesta iniciada desde hace varios años, cuando era un joven diputado local y después senador, famoso por señalar todas las debilidades de Nuevo León, mismas que en sólo cuatro años de su Gobierno han desaparecido.

¿En cuatro años pasamos de ser Nuevo León a Disney León?

Porque lo que acaba de presentar ante un selecto público en el auditorio más «fashion» del área metropolitana, parece confirmar lo que muchos de sus todavía allegados murmuran a voces: que vive en un mundo de fantasía e ilusión.

En la entidad más endeudada de México, millones de pesos erogados para publicitar  y buscar posicionar un mensaje irreal asegurando que Nuevo León es «Número Uno» en todo, suena bastante iluso y poco asertivo.

Los hechos superan a los dichos, mientras que habló de sus logros, los millones de nuevoleoneses pasan hasta dos horas en el caos vial para recorrer distancias dentro de la misma zona metropolitana.

Pifias profesionales en la construcción de las líneas elevadas del monorriel metropolitano, al ser perforado el drenaje pluvial con los soportes del mismo, ó anuncios de obras terminadas cuando registran avances marginales, como la Carretera Interserrana…

Contaminación ambiental incontrolada, balaceras en cualquier municipio de Nuevo León y altos niveles de feminicidios, son hechos que hacen a un lado la alegre narrativa oficial.

Rompiendo todo tipo de ortodoxia y respeto a sus invitados, Samuel Alejandro aseguró que Nuevo León es el mero mero de todo México, mientras que el Gobernador de Jalisco y compañero de MC, Pablo Lemus, se aguantaba las carcajadas, igual que los representantes del Gobierno Federal.

Vaya, el Cuarto Informe en Nuevo León dejó atrás la ortodoxia republicana, que casi casi obligaba a los gobernadores a realizarlo en el Teatro de la Ciudad, siendo trasladado a un lugar famoso por el «show» y nada más.

Vimos «mucho show», muchas mentiras y pocas verdades.

Este evento rivalizó en producción escenográfica con la pelea de El Canelo, en Doha; Qatar, o cualquier concierto en La Esfera de las Vegas, Nevada, o hasta los que presenta el «Cirque Du Soleil» , en la Riviera Maya y próximamente en Nayarit.

Era obvio que fue un espectáculo «hechizo» que buscaba «hechizar» a los asistentes y demás.

¿Lo habrá conseguido?

En cuestión de meses, lo sabremos.