No me pude despedir de mi esposo

Teresa, 51 años.

Queridísime Alex, necesito tu luz:
Mi esposo murió hace dos meses de un infarto mientras dormía. Fue repentino, sin aviso, sin tiempo para decir nada.

Estuvimos juntos 30 años. Todavía veo su taza en la mesa, su camisa en el clóset, sus zapatos junto a la cama.

Siento su olor en la casa. Por las noches creo escucharlo caminar o abrir la puerta.

A veces hasta le hablo bajito, por si acaso. Mi hija dice que debo dejarlo ir, pero no sé cómo se hace eso. Me cuesta entender que ya no va a volver.

No sé si lo que siento es amor o locura.

¿Cómo se vive cuando la mitad de uno se va?



Teresita:

No es locura: es amor que aún no encuentra lugar.

Cuando alguien que amamos tanto se va de golpe, la mente no logra aceptarlo.

En tanatología hablamos de vínculo continuo: el amor no muere con el cuerpo, se transforma en presencia. Por eso lo escuchas, lo hueles, lo sientes.

Tu corazón sigue buscándolo, y eso no está mal.

El duelo no se supera: se aprende a convivir con él. Hablarle, rezarle, escribirle una carta no es aferrarse, es integrar.

Hazlo. Cuéntale lo que haces en el día, enciéndele una vela, mírale una foto sin miedo.
No para retenerlo, sino para transformar la ausencia en memoria viva.

Elisabeth Kübler-Ross, pionera en estudios del duelo, decía que la aceptación no es olvidar, sino recordar sin que duela tanto.

Eso llegará con el tiempo, no por obligación.

Plutón, planeta de la muerte y la transformación, está presente en ti: su energía enseña que la vida no se acaba, se transfigura.

Víctor no se fue, Teresita, solo cambió de forma, y cada vez que respiras con amor, él sigue respirando contigo.

Comentarios
ALEX K DE LA LLAMA

Artista plástico hipersensible, lector compulsivo del comportamiento y los vínculos humanos. Sus repuestas NO SON desde una formación profesional, son desde la experiencia emocional y el interés superior de siempre desear el bienestar. Abre su corazón no para consulta, sino para el diálogo amoroso... como lo haría un ser querido.

Este texto es responsabilidad total, única y exclusiva de su autor, y el ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx.

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