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NL no espera el futuro: lo está construyendo con sus emprendedores

Llamamos startup a una empresa joven, pero en realidad hablamos de algo más profundo: una  mentalidad.

Es la decisión de dejar de quejarnos del entorno y comenzar a diseñar soluciones  concretas a problemas reales, apoyados en tecnología, innovación y modelos de negocio escalables. 

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En un país donde los salarios formales ya no garantizan movilidad social, el emprendimiento de alto  impacto deja de ser una opción y se convierte en una estrategia de supervivencia económica. 

Nuevo León entendió esto antes que muchos. La Secretaría de Economía no solo atrae inversiones  industriales; está construyendo un ecosistema integral donde las ideas pueden transformarse en  empresas tecnológicas con potencial global. Con programas de aceleración, formación, vinculación  con inversionistas, mentorías y cooperación con universidades y corporativos, el estado está  creando un terreno fértil para que las startups nazcan, crezcan y escalen. 

En este mismo espíritu surge Peak Nuevo León, la plataforma que articula el talento emprendedor  con capital, conocimiento y una visión clara: convertir al estado en el hub de innovación más  importante del país. Peak ha logrado que decenas de emprendedores accedan a financiamiento,  que startups tecnológicas encuentren sus primeros clientes corporativos y que nuevas generaciones  se formen bajo estándares internacionales. 

Y precisamente, bajo esta visión de impulso al talento, se reconoció recientemente a los ganadores  en sus distintas categorías: 

* Eugenio Villarreal – Emprendedor del Año, Bitácora 

* Karina Derbez – Female Founder Award, Monto 

* César del Río – Spotlight Award, Mennu 

Estos premios no solo celebran trayectorias; envían un mensaje claro: la innovación nace donde  alguien decide ver una oportunidad en vez de un obstáculo. 

La Secretaría de Economía y Peak han comprendido que el reconocimiento público es un acelerador  emocional y estratégico. Premiar talento es multiplicar posibilidades. Pero, más allá de los  programas y los premios, emerge una pregunta inevitable: ¿seremos espectadores del cambio o  protagonistas de él? 

La nueva economía de Nuevo León no se edificará únicamente con grandes parques industriales,  sino con startups, plataformas digitales y soluciones tecnológicas que hoy tal vez solo existen como  ideas en una libreta. El ecosistema está listo. Las puertas están abiertas. La mesa está puesta. 

El siguiente movimiento ya no depende del gobierno, ni de los fondos, ni del mercado. Depende de  nosotros. Porque emprender, hoy más que nunca, es un acto de responsabilidad con el futuro del estado

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CARLOS PEÑA SALAS

El autor es especialista en inversiones y soluciones financieras.

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx

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