Los ‘berrinches’ de Adán

«Irritación grande que se manifiesta ostensiblemente sobre todo en los niños»; reza la explicación sencilla sobre lo que los mexicanos percibimos como «berrinchudos».

Y no me refiero a los hechos por el primer ser humano que pobló la tierra, según La Biblia, al momento que su pareja Eva le confesó haber comido la manzana del árbol prohibido.

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Sino a un personaje muy cuestionado recientemente, que parece ni sentirse para nada «agusto» con lo que acontece, no solamente en «El Edén» Tabasqueño, sino en su presente y futuro político.

Los que lo conocen de niño, y convivieron en la colonia Galaxia, en Villahermosa; aseguran que su principal característica era precisamente tener poca tolerancia para enfrentar lo que no le agradaba y responder con rabietas.

Por lo mismo, lo sucedido hace unos días, cuando 400 diputados y senadores de Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo, acudieron a refrendar su respaldo a la Presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional, llamó la atención de varios testigos.

Conviene resaltar que desde la entrada, los asistentes fueron «invitados» por no decir, obligados a dejar sus teléfonos móviles en la entrada del recinto; salvo la senadora Andrea Chávez Treviño, que supo evadir la medida y después de tomar varias imágenes y sus respectivas selfies, guardó de manera discreta el aparato dentro de su bolsa.

«Lo voy a guardar antes de que me regañen…», alcanzó a decir entre risas de sus cercanos. Según la confirmación de varios testigos, mientras que se nombraban a los Coordinadores de las Bancadas de la Coalición, el tabasqueño, permaneció alejado del grupo.

Sin embargo, no queda claro sí lo hacía como mera estrategia política y aplicar aquella máxima de «brillar por su ausencia»; o para observar mejor el panorama y darse cuenta de la manera en la que los legisladores formaban sus propios grupos, dentro del grupo.

Ricardo Monreal, de Morena; Manuel Velazco, del PVEM, Alberto Anaya, del PT y los otros coordinadores de ambas Cámaras, fueron llamados a integrar el presidium, momentos antes de la llegada de la Presidenta.

Sin embargo, a pesar de ser llamado, el personaje incómodo, hacía como que la «virgen le hablaba» y para nada respondía al llamado.

Fue entonces cuando la Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, llegó hasta él para iniciar un diálogo breve… respetuoso, pero ríspido.

Y según cuentan los testigos que aseguran que cuando parecía haber terminado la paciencia de la posible candidata y Gobernadora de San Luis Potosí; que lo jaló de manera sólida del brazo izquierdo para prácticamente jalarlo hacia el estrado.

«La chaparrita», como le dicen de manera afectuosa, por su trato amable y siempre respetuoso, varios miembros del Gabinete Presidencial y de ambas Cámaras; demostró en pocos segundos que sabe sonreír…y ordenar.

Varios Legisladores y Legisladores de manera sutil, hicieron comentarios interpersonales que reafirmaron la molestia y actitud «berrinchuda» de un hombre que creyó que dadas sus fortalezas financieras y alianzas fácticas sería el Presidente de México.

 ¿Lo aquí relatado, será verdad o será Política Ficción?

Solamente los miembros del Selecto Grupo de los 400; podría confirmar o desconfirmar.