En esta ocasión te platico sobre una historia que me sucedió aquí en nuestra hermosa ciudad de Saltillo el día 30 de julio del 2025, día en el cual tuve una cita médica para un tratamiento, pero eso no tiene nada que ver con la historia, bueno sí, porque al salir de con la doctora Mariel, cuyo consultorio está ubicado en la calle de Matamoros antes de llegar a Castelar, empezó esta historia.
Salí de la consulta y al caminar hacia arriba, seña Saltillense para decir hacia el sur, veo una tienda de antigüedades, volteo a ver la hora y me doy cuenta de que aún tengo algo de tiempo antes de ir con mis amigos de la sastrería Martínez, ubicada en la calle de Abasolo, quienes me están elaborando un traje, a dónde iría a dejar un abono.
Cuando entro al negocio, me fijo en una pintura en la cual están plasmadas algunas torres de las iglesias de nuestro centro histórico. Le pregunté al vendedor —cuyo nombre es Guillermo— por el autor de la obra, a lo que me dijo: no sé, pero acá tengo más pinturas. En el primer paso que di detrás de él, observé una fotografía cuyo personaje del lado izquierdo me resultó exageradamente familiar: al centro un caballero muy alto que cuando lo vi dije no, no es, pero del otro extremo también vi la imagen de un señor que bien podría ser libanés. Sin dar importancia, tomé una fotografía a la fotografía y se la envié a mi hermano Abraham. Luego vi un montón de fotografías más, agarré la primera y en el extremo izquierdo vi a una persona que se parecía a mi tío Ramón, esposo de mi tía Lila. Tomé otra fotografía de esa fotografía y se la envié a mi primo Ramón, hijo de mi tía Lilia y de mi tío Ramón con el mensaje: “Mira primo, se parece a mi tío”.
Al empezar a ver las siguientes fotografías, cada vez se me hacían las caras más conocidas, eran fotografías de los 60´s, fotografías en blanco y negro, si no antiguas si viejas, y veía que las caras de las personas, y las mujeres se me hacían conocidas, cuando sin darme cuenta dije en voz alta: “Ah cabrón, este es mi papá”. Y efectivamente, era la foto de mi papá siendo un niño de no más de 12 años. Bueno hasta aparece la fotografía en la cual aparece mi abuelito José —nacido en Marjayoun, Líbano— recibiendo su carta de nacionalidad mexicana.
Resulta que encontré más de 30 fotografías de mi familia, incluso fotos que les enviaron sus familiares desde Líbano, pues tienen mensaje en árabe, además de algunas fotografías de las bodas de mis tíos Salim, Jesús y Enrique. Además, fotografías donde se puede a ver mi abuelita Malake con mi abuelito José disfrutando del Puerto Márquez en Acapulco; otras más donde están inaugurando la fábrica de ropa propiedad de mis abuelitos. Y por supuesto, la foto familiar donde aparecen mis abuelitos rodeados por todos sus hijas e hijos.
Le pregunté a Guillermo, ¿cómo llegaron aquí contigo? Me respondió: una vez vino alguien a venderme dos marcos para fotografías y me dejó un paquete con estas fotos, nos las tiré pues la verdad están en muy buen estado y son un bonito recuerdo. Y vaya que son un bonito recuerdo, aunque no los haya vivido.
Guillermo, el vendedor, y yo llegamos a un acuerdo: le compré todas las fotos. Ahora mis tías, mis tíos, mis primas, mis primos y por supuesto mi hermana y mis hermanos tenemos la gran incertidumbre de cómo llegaron esas fotos ahí. Por cierto, del abono para el traje que me están elaborando los sastres mejor luego hablamos, pues me gasté el dinero en las fotografías.
Esta es una historia que, como dirían mis Preciosas Princesas Mágicas, es una historia muy random que sucedió en Saltillo. En la cual al tratar de perder el tiempo encontré un tesoro, un tesoro de mi familia que a pesar de haber nacido muy lejos de aquí, terminaron siendo como yo, Yo soy de Saltillo.
Sirva esta historia para reconocer a todos quienes han llegado a esta hermosa ciudad y han formado parte no sólo de la historia sino de Saltillo.
Aviso de ocasión
Solicitamos costureras para pantalones y camisolas. Calle Zaragoza 216 Altos entre Aldama.
Anuncio en el Sol del Norte en cual mi abuelito don José solicitaba trabajadoras para su fábrica de ropa.

Francisco Tobías
Egresado de la UdeC, Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx