En las últimas décadas, la participación de la mujer en asuntos públicos ha cobrado una importancia creciente, especialmente en los campos de la transparencia, la lucha contra la corrupción y la participación ciudadana. Este avance no sólo representa un paso hacia la equidad de género, sino que fortalece la calidad democrática y la gobernanza en nuestras sociedades.
Diversos estudios han señalado una correlación positiva entre la inclusión de mujeres en posiciones de liderazgo y la reducción de prácticas corruptas. Las mujeres, especialmente en contextos donde históricamente han sido excluidas del poder, tienden a promover una cultura de integridad y responsabilidad. Si bien esto no significa que las mujeres sean intrínsecamente menos corruptas, sí refleja que su participación rompe redes de poder cerradas, introduce nuevas perspectivas éticas y contribuye a una mayor vigilancia social.
La transparencia no puede ser efectiva si no es inclusiva. Incorporar la perspectiva de género en los mecanismos de transparencia implica reconocer que hombres y mujeres pueden enfrentar distintas barreras para acceder a la información pública. Las mujeres, por ejemplo, pueden verse más afectadas por la falta de datos desagregados, lo cual impide el diseño de políticas públicas justas y efectivas. La participación activa de mujeres en organismos de control, auditorías ciudadanas y comités de vigilancia comunitarios ha mostrado ser clave para garantizar la rendición de cuentas y visibilizar necesidades antes ignoradas.
México se encuentra entre los cinco países con mayor representación femenina en el parlamento nacional. Las mujeres ocupan el 50% de los escaños en la Cámara de Diputados y el 49.2% en el Senado.
De las 32 entidades federativas, 9 son gobernadas por mujeres.
Las mujeres representan el 36.6% de los ministros, y por primera vez en la historia, una mujer ocupa la presidencia de la Suprema Corte de Justicia.
De los 33 comités del Sistema Nacional Anticorrupción, solo 18 cuentan con dos o más mujeres en su integración, lo que representa el 54%.
De las 33 Secretarías Ejecutivas del Sistema Nacional Anticorrupción, únicamente 11 están encabezadas por mujeres, lo que representa el 36% .
A pesar de los avances, el camino hacia una participación igualitaria en los temas de transparencia y anticorrupción aún enfrenta retos importantes. Es fundamental promover leyes con enfoque de género, implementar cuotas de participación y garantizar entornos seguros y libres de violencia para las mujeres líderes. Al mismo tiempo, debe fomentarse la educación cívica desde una mirada inclusiva, que inspire a nuevas generaciones de mujeres a involucrarse activamente en la vida pública.
La participación de las mujeres en temas de transparencia, anticorrupción y participación ciudadana no es solo un asunto de justicia social, sino una estrategia inteligente para construir sociedades más íntegras, justas y democráticas. Reconocer y fortalecer su rol es una tarea colectiva que exige voluntad política, compromiso institucional y un cambio cultural profundo.

KARLA IVONNE NATIVIDAD GONZÁLEZ
Mtra. Karla Ivonne Natividad González es Licenciada en Comercio Internacional con Maestría en Administración Pública, actualmente es vicepresidenta de la COPARMEX e integrante del Consejo de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción.
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