La semana pasada se publicaron los resultados del estado que guarda la pobreza en México y en las entidades federativas.
En términos generales, al país le fue bien. En dos años se redujeron los niveles de pobreza del 36.3% al 29.6% de la población. En el caso de la pobreza extrema, esa que padecen quienes no tienen el ingreso suficiente para adquirir la canasta básica alimentaria y sufren 3 o más carencias de las 6 objeto de estudio, también se redujo del 7.1 al 5.3%.
LEE MÁS DEL AUTOR ENRIQUE MARTÍNEZ Y MORALES
Sin duda son buenas noticias para México, con algunas anotaciones, como en el tema de salud. Aunque en los dos últimos años se redujo la carencia del 39.1 al 34.2%, seguimos estando muy lejos del 15.6% reportado en 2016, antes de que se desapareciera el seguro popular.
En Coahuila el panorama pinta mucho mejor. En dos años logramos sacar de la pobreza a 175 mil personas, escalando 5 posiciones en el tablero nacional, y redujimos la pobreza extrema en 56%, alcanzando un histórico 0.8% de la población en esa situación.
Asimismo, en el rubro de población considerada no pobre y no vulnerable mejoramos del 47.1% al 51.6%, manteniendo a Coahuila entre los estados con mejores condiciones sociales, superado solo por Nuevo León.
En el rubro de carencias sociales, Coahuila reafirmó su liderazgo nacional. Mantuvo el 1º lugar en seguridad social y alcanzó el 1º lugar en calidad de vivienda, mejorando desde la segunda posición, que incluye condiciones de pisos firmes, techos seguros, muros sólidos y reducción del hacinamiento. Además, obtuvo el 3er lugar con menor carencia en salud y conservó el 2º lugar en los indicadores de educación y servicios básicos en la vivienda como disponibilidad de agua potable, drenaje sanitario y electrificación.
Respecto al acceso a la alimentación, el estado registró un avance importante al reducir la carencia en un 32% y pasar del 7º al 4º lugar nacional, reflejando el impacto de los programas sociales, el trabajo de los bancos de alimentos y el fortalecimiento de la economía familiar.
La mejor estrategia contra la pobreza es abrir caminos de seguridad y confianza para que lleguen las inversiones, florezcan empleos formales y dignos, y se impulse el emprendimiento como motor de futuro.
Porque cada cifra es un rostro, cada porcentaje una historia. Son familias que respiran con alivio, niños que sueñan más alto y adultos que descubren nuevas esperanzas en la fuerza de su propio esfuerzo.
Cuando gobiernos de los tres niveles, sociedad civil y empresas caminan juntos, las acciones se multiplican, los esfuerzos se complementan y los resultados se convierten en realidades palpables. No son solo estadísticas: son vidas transformadas.
La pobreza se combate con voluntad, unión y visión de futuro. Esa es la mejor estrategia.
VISITA EL BATISCAFO

Enrique Martínez y Morales
ENRIQUE MARTÍNEZ Y MORALES es empresario, economista y politólogo con extensa carrera en el servicio público tanto federal como estatal en Coahuila. Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx