Nadie les regaló nada y lo perdieron todo por una xenofobia mal encausada, que hoy está presente en este movimiento contra la gentrificación, que pone a algunos mexicanos al mismo nivel que los votantes de Trump.
Torreón es una de las ciudades de México que más se ha beneficiado de la llegada de extranjeros, los cuales han detonado el desarrollo, fomentado la creación cultural y propiciado el fortalecimiento de la sociedad civil. Es la viva demostración de los beneficios de la pluralidad y de una visión cosmopolita frente a la migración.
Sin embargo, también en esta ciudad se vivió uno de los episodios más graves de intolerancia hacia los extranjeros, la matanza de la población china en Torreón, ocurrida entre el 13 y 15 de mayo de 1911, donde al menos 304 personas perdieron la vida. Es un hecho que conviene recordar, como forma de no repetir la historia y que esto nos aporte elementos para el actual debate que se libra en torno a las manifestaciones contra la gentrificación en la Ciudad de México.
Antes de la matanza, se fue gestando un sentimiento anti chino derivado de la envidia, ya que esta población con su trabajo había logrado prosperar, creando un banco, hoteles, restaurantes, casas de té, tiendas y lavanderías. Nadie les regaló nada y lo perdieron todo por una xenofobia mal encausada, que hoy está presente en este movimiento contra la gentrificación, que pone a algunos mexicanos al mismo nivel que los votantes de Trump que claman por la expulsión de los Estados Unidos de millones de mexicanos, que llevan años aportando a la economía de dicho país.
Torreón por tanto es un espacio en donde pueden verse ambas caras de la misma moneda, cuando los radicales e ignorantes se impusieron derivó en la matanza de cientos de chinos que aportaban a la comunidad y se les atacó por ser diferentes. Pero en cambio, cuando se impuso la sensatez y se acogió a los extranjeros, estos enriquecieron la vida de la ciudad, detonando el desarrollo más rápido que un centro urbano ha visto en el país. En un escenario las ciudades pierden, en otro ganan, ¿Cuál camino elegirá la Ciudad de México?

Víctor Manuel Sánchez
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