La Luz del Mundo y su red criminal

La Luz del Mundo es la comunidad religiosa más importante de origen mexicano, no se trata de la religión con más creyentes en el país; ese lugar lo ocupa la católica.

De hecho, hay varias iglesias con una membresía mayor, pero en todos los demás casos las mismas nacieron en otros países, mientras que La Luz del Mundo se creó en México y luego se expandió a otros 58 países hasta llegar a tener entre 2 y 5 millones de feligreses en el planeta y, al menos, 250 mil en nuestro país, aunque algunas fuentes consideran que supera el millón.

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Pese a su crecimiento constante, en los últimos años La Luz del Mundo ha estado en el ojo del huracán por las malas acciones de sus dirigentes. Es decir, se debe dar todo el respeto que merecen sus feligreses, porque sin duda la mayoría son personas de bien, pero quienes están al frente de la iglesia aprovecharon su posición para cometer malas acciones y dañar a su propia grey.

El caso más emblemático es el de Naasón Joaquín García, máximo líder de dicha iglesia, quien se encuentra arrestado en los Estados Unidos por los delitos de abuso y tráfico sexual de menores, por los cuales él mismo ya se declaró culpable en una corte de Nueva York, a pesar de que en el seno de su iglesia se ha insistido que es inocente y que se trata de una persecución infundada en su contra.

Lo cierto es que Naasón Joaquín y muchos otros integrantes de la jerarquía de La Luz del Mundo parecen haber participado en un abuso sistemático de jóvenes a lo largo de los años, usando como escudo de protección a dicha iglesia, siendo las víctimas, en su inmensa mayoría, parte de la misma, es decir, se aprovecharon de las creencias religiosas de las personas para abusar de ellas.

Existe un documental de HBO Max llamado “Detrás del Velo”, que narra, desde la voz de las víctimas, toda esta red criminal de abuso, así como la protección y la impunidad de la que gozó Naasón Joaquín en México. No es casual que haya sido en Estados Unidos en donde finalmente esta persona y algunos de sus cómplices fueron llevados a la justicia.

Sin embargo, La Luz del Mundo tiene otros delitos en su seno. Por ejemplo, hace unos días se dio a conocer la existencia de un grupo paramilitar armado en Michoacán, mantenido para protección de sus líderes, el cual tiene armas de uso exclusivo del ejército y que, por supuesto, no está registrado ante las autoridades.

También han intervenido de forma irregular en campañas políticas, incluso en la pasada elección judicial lograron colar como juezas penales a tres integrantes de dicha iglesia.

Es importante que ante esta iglesia deje de haber protección e impunidad, se requieren, por tanto, investigaciones que lleven a la justicia a quienes han delinquido, pero tampoco se debe entender este proceso como una persecución a quienes profesan la religión porque, como se ha dicho, los feligreses no tienen la culpa y están en todo su derecho de preservar sus creencias.

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