Estados Unidos encarece la visa H-1B con un costo de 100 mil dólares por trabajador, mientras China abre sus fronteras con la nueva K-visa para atraer a los mejores ingenieros, programadores y científicos del mundo.
Qué pasaría si Estados Unidos, el país con Google, Microsoft, Apple y Tesla en su patio trasero, se quedara sin el talento que los sostiene? Esa es la amenaza real hoy.
LEE MÁS DE LA AUTORA AMY VELA
Silicon Valley se levanta como el hogar de gigantes tecnológicos, pero sus bases no son 100% americanas, la mayoría de sus ingenieros, programadores y científicos son extranjeros.
En esta guerra tecnológica, el país que logre atraer, formar y retener talento dominará la innovación y, con ello, la inteligencia artificial (IA).
Estados Unidos presume a sus gigantes, pero su maquinaria se sostiene gracias a cerebros importados: indios, chinos, latinos y europeos conforman buena parte de la fuerza laboral que ha mantenido al país a la vanguard-IA.
El nuevo impuesto de 100 mil dólares a la visa H-1B, anunciado por Donald Trump, amenaza con encarecer la llegada de ese talento.
Para dimensionarlo, una empresa que quiera contratar a 10 trabajadores extranjeros tendría que pagar un millón de dólares adicionales. ¿La consecuencia? Menos innovación, menos desarrollo de IA y un retroceso en competitividad global.
Mientras tanto, China envía el mensaje contrario. Su nueva K-visa da la bienvenida a jóvenes talentos de todo el mundo, sin necesidad de patrocinio empresarial.
La nueva visa está dirigida a atraer talento joven en ciencia y tecnología, comenzará a estar disponible el 1 de octubre de 2025.
Ofrece flexibilidad, entradas múltiples, mayor validez y la posibilidad de participar en proyectos académicos, culturales, empresariales y científicos. En otras palabras, una puerta abierta para quienes busquen un entorno fértil para innovar.
Si Estados Unidos encarece la entrada de profesionales extranjeros, se dispara en el pie, mientras que China avanza con nuevas políticas migratorias diseñadas para nutrir su ecosistema.
La realidad es que incluso las grandes consultoras tecnológicas están adaptando estas estrategias. En entrevista que realicé para El Financiero, José María Rancano, Director general Regional de Slalom lo resumió así:
“Lo que estamos creando es una red global. Nos hemos extendido para integrar talento que le pueda dar batería a ese nivel de soluciones, porque no hemos conseguido suficiente talento en Norteamérica para lograrlo”.
En ese contexto, Nuevo León se ha vuelto un punto de atracción clave.
Slalom anunció que abrirá 500 puestos de trabajo tecnológicos en la entidad, desde data scientists hasta especialistas en analítica avanzada, confirmando que la guerra global por el talento también toca la puerta de nuestro estado.
Los países que hoy levantan muros al talento pagarán caro el precio mañana.
Mientras tanto, las regiones que lo atraigan serán las que escriban la próxima década de innovación y Nuevo León ya está a la vanguard-IA.

AMY VELA
La autora es Licenciada en Ciencias de la Comunicación de la UANL, cuenta con cursos y cobertura sobre temas de innovación tecnológica en México y Estados Unidos con enfoque hacia la Inteligencia Artificial (IA).
avela@elfinanciero.com.mx
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autora, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx