El Inegi reporta en su Indicador Oportuno de la Actividad Económica que se tuvo un avance mensual de apenas 0.1%
La economía mexicana apenas logró crecer en mayo. De acuerdo con el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se estima un avance mensual de apenas 0.1 por ciento en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), con lo que se rompe una racha de dos meses consecutivos con contracción.
En términos anuales, la economía habría caído 0.3 por ciento respecto a mayo de 2024, lo que refuerza las señales de una desaceleración económica más pronunciada en la primera mitad de 2025.
El débil crecimiento mensual en mayo se habría dado tanto en las actividades secundarias como en las terciarias, con una estimación de 0.1 por ciento de avance para cada una. No obstante, las cifras anuales muestran una contracción del 1.1 por ciento en el sector industrial (secundarias), mientras que el de servicios (terciarias) se mantiene prácticamente estancado con un marginal crecimiento de 0.1 por ciento.
El reporte del IOAE refuerza la percepción de un entorno económico cada vez más complicado.
A través de su cuenta en X, Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base, subrayó que la actividad económica sigue débil y advirtió que el consumo privado, motor principal del Producto Interno Bruto, también muestra signos claros de desaceleración.
“Es una economía que apenas se mueve, y si el consumo se frena, se corre el riesgo de que la economía no crezca o entre en recesión”, escribió.
Este modesto crecimiento ocurre en un contexto de revisiones a la baja por parte de diversos organismos internacionales.
El Banco Mundial redujo recientemente su pronóstico de crecimiento para México en 2025 a sólo 0.2 por ciento, mientras que el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) estima un avance de apenas 0.1 por ciento.
En contraste, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) elevó su previsión a 0.4 por ciento, aunque esta sigue lejos de las estimaciones del gobierno federal, que mantiene su expectativa entre 1.5 y 2.3 por ciento.
Las cifras del IOAE de mayo muestran que, aunque la economía logró salir brevemente de la contracción, el repunte es apenas perceptible y se da en un contexto frágil. La actividad industrial sigue siendo un lastre, los servicios están lejos de retomar un ritmo robusto y el consumo interno pierde dinamismo. Todo apunta a que el segundo trimestre del año cerrará con un crecimiento muy limitado, y con un entorno global adverso, la posibilidad de una recuperación más sólida se aleja.