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La banda robacoches

En esta ocasión te platico una historia la cual sucedió en varios estados de nuestro país, historia en la cual estuvo involucrado un saltillense, una historia que concluyó el 2 de abril de 1957 en la ciudad capital de nuestro país.

Ese día, la Policía Secreta anunció que había capturado a una banda de robacoches, la cual operaba en diversas partes, diversos estados, diversas ciudades y hasta en el extranjero: Chihuahua, Guanajuato, Guadalajara, nuestra hermosa ciudad de Saltillo, y hasta en el estado de Texas, en los Estados Unidos.

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La cabeza, el líder, el autor intelectual, el cabecilla era el saltillense (él sí es con minúscula) Enrique Santacruz Rivera, también conocido como “Jaime de la Torre”, delincuente que contaba con lo menos con 5 cómplices más: Mauro Esqueda Solís e Ignacio Aragón Álamo, detenidos ese mismo día, y Antonio Costa, quien estaba prófugo.

Los 3 eran operativos, es decir, manejaban y robaban; además, contaban con la complicidad de Raúl Sánchez, quien era un comisionista y vendedor de autos, al igual que Alberto García Maldonado.

Esta banda de robacoches trajo loca a la Policía Secreta por más de un año, hasta ese día martes cuando tres, incluyendo al líder, fueron detenidos en la Ciudad de México cuando aún le llamábamos el Defe.

La pista final que ayudó a la Policía Secreta a dar con el paradero de la banda de robacoches que organizó el saltillense Enrique fue un auto año 1954, modelo Bel Air, de la marca Chevrolet, que fue robado en El Paso, Texas, y que en ese momento traía placas sobrepuestas del estado de Coahuila.

Las láminas estaban marcadas con el número 32-68-13. Ese carro fue hurtado en febrero. En el interior del vehículo se encontraron diversos papeles y artefactos que servían para vender, revender y seguir robando autos, como lo fueron dos facturas de “Distribuidores Generales de Chihuahua”, una factura de la empresa gringa “Watking Motors Co.”, la cual estaba en El Paso, Texas; además, se encontraron tarjetas de pase aduanal, un sello de goma con la palabra “PAGADO” y hasta los cables eléctricos para encender los autos sin la necesidad de la llave.

El operativo policial se realizó en el Hotel “Cadillac”, allá en la Ciudad de México. Al ser detenidos, el saltillense —qué pena— y líder de la banda, Enrique, aceptó todo; lo mismo hizo Mauro.

Por su parte, Ignacio Aragón negó todo lo que se le imputó; de hecho, aseguró que él solamente era chofer, que se dedicaba a mover los carros sin saber que eran de origen ilícito.

El vendedor de autos robados, Raúl Sánchez, se ganaba entre mil y mil quinientos pesos por la venta de cada carro; además, como era buen conocedor del mercado, sugería qué autos robar para así venderlos más fácil y a un mejor precio.

Muchas personas cayeron en las garras de estos delincuentes quienes, me da pena decirlo o escribirlo, eran encabezados por un saltillense. Robaban y revendían con facturas falsas vehículos de último modelo, sin tener temor de Dios, pues hasta a Isidro García, quien era sacerdote en León, Guanajuato, le vendieron un auto robado.

Incluso vendieron aquí, en nuestra hermosa ciudad de Saltillo, un Chevrolet que había sido robado en la calle de Mariano Azuela, en el DF, y lo adquirió un señor Cabrera Franco, quien vivía aquí.

Si intentara hacer o mencionar una lista de todos los carros robados por esta banda, la verdad sería una Cápsula Sarapera larguísima.

Por cierto, déjeme decirle, estimada y estimado saltillense, que el delincuente Enrique Santacruz Rivera, alias “Jaime de la Torre”, vivía en la casa marcada con el número 1025 de la céntrica calle de Aldama, aquí en nuestra hermosa ciudad.

Pues bien, también aquí suceden historias que no nos gusta que sucedan, historias que desafortunadamente ocurrieron y que, por doloroso o penoso que sea, son parte de la historia de nuestra hermosa ciudad de Saltillo.

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Francisco Tobías

Egresado de la UdeC, Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx

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