Dicen los poetas que «el Güero Dávila le dijo a Tere Mendoza, la Reina del Sur: ‘Te dejo mi celular, cuando lo escuches prietita, no trates de contestar. Es porque ya me ‘torcieron’ y tú tendrás que escapar».
Otros poetas, allende el atlántico, señalan: «Si la muerte pisa mi huerto, quien firmará que he muerto de muerte natural».
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Cada quien la experimentamos, y la experimentaremos de manera diferente.
Ha rondado cerca, no me ha querido llevar, se ha llevado a varios camaradas, hombres muy hombres, no recuerdo mujeres, cuatro cuando menos han fallecido de cáncer de colon: Beto, Chuy, Fer y Pancho.
Otros cánceres me han pasado rozando.
Cuando requería de mi primera colonoscopía, mi Pedrito me retiró cuatro lesiones premalignas de colon descendente y recto.
Tres colonoscopias posteriores han sido negativas a la presencia de tumores.
No vayan a creer que me estoy aficionando al procedimiento, la primera me la hizo un hombre, la segunda y la tercera una mujer, y la cuarta un hombre.
Me gustaba que la doctora pusiera su mano sobre la cadera y me dijera: «Relájese doctor, no le va a pasar nada».
Sin embargo, no fue la primera vez que me rondó la muerte, durante mi servicio social tuvo experiencias casi mortales, las cuales en un ratito paso a describir.
DR. DAVID MORALES
Médico Internista desde 1979 hasta la actualidad, jubilado. Regio dedicado a la investigación clínica, aficionado pasionalmente a la Salud y sucedáneos, el Rock and roll y el Futbol Americano.
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx
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