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Fervor a prueba de todo

Como sucede cada año que pasa, el fervor y el entusiasmo se desbordan para celebrar a la Virgen de Guadalupe en un país que a lo largo de su historia siempre necesita la presencia divina de la creencia y la fe para superar las condiciones de vida que se tienen.

Para muchos, la participación del católico por la Virgen Morena es un motivo de estudio y análisis social sobre la creencia de una divinidad cuya fe puede alcanzar la interpretación de milagros de vida bajo su intercesión y que justifica su permanencia precisamente en la forma que puede cambiar la vida de quien le profesa amor y le guarda fidelidad a prueba de todo.

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Es justamente en la víspera de su día, el 12 de diciembre, cuando calles y avenidas se saturan del tráfico de personas y vehículos que en forma de peregrinación acuden al Santuario de Guadalupe en la zona centro de Saltillo.

Las procesiones tienen como objetivo para sus participantes, acudir para agradecer los milagros de vida a través del «pago de mandas» o bien para pedirle algo en especial en vias de mejorar sus vidas y las de quienes los rodean.

Las plegarias se relacionan en su mayoría a temas de salud para evitar la enfermedad grave o incluso la muerte y sobre todo para pedir protección y salud para el año que se aproxima.

Las calles del centro de la ciudad divididas aún por las vías imaginarias de un tren invisible son siempre testimonio de la presencia de miles de personas que arriban a pie a la zona del Santuario para ingresar al histórico inmueble que alberga la imagen monumental que genera lágrimas de alegría pero sobre todo de agradecimiento y fervor.

La vendimia es parte de la tradición y se combina con las mañanitas a la Morenita del Tepeyac con los rezos y las misas que confirman a una sociedad unida en un solo nombre sin diferencias sociales, económicas e incluso politicas.

Niños, adultos y jóvenes mantienen viva la tradición que se hereda por generaciones y que muestra que también en Saltillo la Virgen de Guadalupe no solo es un fenómeno social, si no una proyección social de fe que supera las dificultades y que se convierte en alternativa permanente de esperanza, de salud y de vida.

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CARLOS AGUILAR

Periodista y conductor de noticias con 30 años de experiencia.

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx

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