Si la situación se descompone, no dude usted que volveremos a oír los coros aquellos de “estaríamos mejor con…” usted YSQ, y grupos morenistas comenzarán a pedir su regreso al poder.
Comenté en mi anterior artículo, casi de pasada, la sucesión en Brasil entre Lula Da Silva y Dilma Rousseff, esta tuvo que enfrentar una situación complicada en la economía debido a que el modelo impulsado por Lula fue extractivista, teniendo como socio casi único a China, la cual, en el momento de dejar el brasileño la presidencia, tuvo un tropiezo que ocasionó que sus compras al país sudamericano se redujeran considerablemente generando un brutal impacto en su economía.
Los programas sociales de Lula no fueron sostenibles y se presentó un retroceso muy importante en la calidad de vida de los brasileños, que reaccionaron con protestas masivas, las cuales fueron magnificadas debido a que por esos años se realizaron ahí tanto el mundial de futbol como las olimpiadas.
Debido a que el partido de Lula perdió el control del Congreso, Rousseff fue destituida y Da Silva enviado a prisión, el país dio paso a un populismo de derecha liderado por Jair Bolsonaro que dio marcha atrás a todas las reformas de Lula. Un populismo de derechas que no funcionó.
En México al parecer tomaron nota de esa situación, YSQ hizo todo, hasta interpretar de forma sui generis la ley electoral, para no perder el control del Congreso, modificar la Suprema Corte de Justicia de la Nación y cuanta ley fuese necesaria para que su hegemonía no se perdiera pese a que los resultados gubernamentales no han estado acordes a las promesas del movimiento liderado por el innombrable 2.
Estamos, considero, en un momento que podemos llamar “punto de quiebre”, de la forma en que salgamos de este, dependerá, sin exagerar, el futuro del país.
Al igual que la de Brasil, la nuestra es una economía altamente dependiente, en nuestro caso de EUA, país en el cual hoy gobierna Donald Trump, quien considera que todo déficit comercial de su país es nocivo para su economía y está haciendo todo lo posible para revertirlo.
Las presiones de Trump sobre la presidenta Sheinbaum son de todos los colores y sabores, dos de las últimas son el golpazo sobre tres instituciones financieras del país y el acuerdo firmado con Ovidio Guzmán para colaborar con la fiscalía de Nueva York, lo cual, traducido al español, consiste en dar información acerca de los políticos que han brindado apoyo al Cártel de Sinaloa.
Y, aunque hay que reconocer que hasta ahora la presidenta Sheinbaum se ha manejado aceptablemente en su relación con el presidente norteamericano, resulta más o menos obvio que este no está satisfecho con los resultados obtenidos e intenta alcanzar más.
Si la situación se descompone, no dude usted que volveremos a oír los coros aquellos de “estaríamos mejor con…” usted YSQ y algunos grupos dentro del Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA, comenzarán a pedir el regreso del hoy desaparecido personaje.
Mientras se presenta o no ese escenario, debemos estar atentos a lo que haga la presidenta de México, porque quizá de ello dependa su propio futuro político, de que su futuro se parezca o no al de Dilma Rousseff y el de nuestro país al de Brasil.

Juan Palacios
JUAN PALACIOS es educador de profesión, periodista por vocación. Editorialista en La Moneda, ABC, El Porvenir y Radio Alegría, en Monterrey. Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx