En todos lados…

La mejor noticia de la semana futbolera en México fue el triplete de Armando González, el joven ariete de las Chivas que empató a Paulinho en la cima de los artilleros, y la otra, que Tigres se puso ya como sublíder de la competencia.

González es un muchacho que tiene muy buenas condiciones aunque en algunas jugadas le sale lo verde, de a poco ha ido tomando confianza para decidir lo que hará frente a l arco.

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Y es importante porque en los primeros 15 ó 16 de la lista de goleadores, solo aparecen de los mexicanos «La Hormiga», Ángel Sepúlveda que es suplente en Cruz Azul, pero lleva más goles que el titular extranjero Gabriel Fernández, y el «Canelo» Jesús Angulo, el número 10 del Toluca.

Y bueno Tigres, ahí está ya mordiéndole los talones al Toluca y por encima de los superpoderosísimos capitalinos América y Cruz Azul, además de Monterrey que está a solo dos puntos de Tigres y a tres de los Diablos.

Los felinos se alzaron con la victoria en un partido muy raro. Rarísimo. Son de esos duelos que, si hubiera una autoridad externa, deberían investigar. No nos referimos a la Liga, me queda claro que ellos son parte del enjuague y otro tipo de arreglos que podrían tener que ver con apuestas de patrocinadores y dueños de equipos.

Cuando FIFA autorizó a los clubes abrir la puerta a las casas de apuestas, se jodió todo. Y hoy, es incontrolable este asunto.

Los Xolos hicieron todo lo posible por facilitar los goles de los Tigres que lo único que hicieron fue aceptar el regalo.

Hasta el árbitro quería que ganara Tigres. Le perdonó un penal a los felinos por un madrazo del arquero a Mora y les pitó otro más dudoso. Claro, si lo tiraba Mora lo iba a meter, por eso vino Castañeda a regalárselo a las manos al payaso con guantes. El plan de Xolos era perder. Y se logró.

Lo bueno que nadie se dio cuenta. Y no lo decimos por demeritar el triunfo de Tigres, simplemente es asqueroso lo que hizo Xolos. Creen que les despistaron, pero se notó, nada más mucho…

Y en el juego de Rayados, fue un poco como lo que pasó en la Liga de España en el Clásico Madrid-Barsa.

A Rayados le pusieron una roja a Torres por «tocar» la espinillera de un rival y a un cementero no lo echaron por pisar en el empeine, creo que a Ocampos.

En la mentalidad absurda –por no decir estúpida, porque no puedo decir eso– de los silbantes mexicanos; un futbolista le puede machacar los dedos y los metatarsianos al rival y es amarilla, porque para que sea roja, debe ser arriba del tobillo… ¿Dónde dice eso el reglamento?

Solo recordemos: Los chilangos Pumas, Cruz Azul y América están siendo ayudados por la Liga.

¿O no vieron el penal que le regalaron a las Águilas porque a la señorita Rodríguez, un chamaquito del Puebla, pelón, con tres dígitos en la espalda, le rozó la pestaña postiza y le corrió el maquillaje?

Una burla…

Pero no solo acá sucede eso…

En España al Madrid, la mafia arbitral le quitó un tiro penal sobre Vini Jr. y un gol legítimo de M’bappé…

En la MLS el árbitro le perdonó a Filadelfia un penal muy claro, con el brazo completamente extendido, en perjuicio del Chicago Fire, que al final empató al ’93; fueron a penales y terminó ganando el que quería la Liga: Filadelfia.

Ya sabemos cómo es allá, igual que aquí, en España o en Argentina, el fútbol está perfectamente podrido, está convertido en una verdadera porquería..

En todos lados se cuecen habas…