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El segundo piso… de la popularidad presidencial

Los altos niveles de aprobación a Claudia Sheinbaum se han mantenido durante un periodo bastante amplio. No habíamos visto una figura presidencial que mantuviera niveles de aprobación así en 30 años, durante todo el periodo 1994-2024.

No es el sentido original que le dieron los protagonistas de la ‘4T’, pero describe lo que estamos observando: la popularidad de la presidenta Sheinbaum en estos últimos cuatro meses de su gobierno luce como un segundo piso, comparada con la popularidad de AMLO en su momento.

Para la presidenta, construir el segundo piso de la ‘4T’ es la metáfora de continuidad y de seguimiento a los proyectos que inició su predecesor.

Cuando fue jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, AMLO propuso, sometió a consulta y llevó a cabo la construcción de un segundo piso en Periférico (el segundo piso en Viaducto, que también era parte del proyecto, no se hizo), quedando como una de sus obras insignia de esa época. Como secretaria en ese gobierno, Sheinbaum también fue partícipe de la obra.

Ahora, la noción de un segundo piso es ir construyendo sobre las bases que puso AMLO en su gobierno, abonar a la misma causa y, de alguna manera, poner otro nivel.

Habiendo aclarado eso, en esta ocasión utilizo la frase del segundo piso como una descripción gráfica de la popularidad presidencial. Si usted observa los porcentajes de aprobación a partir del quinto mes de gobierno de AMLO y de Sheinbaum, la presidenta prácticamente va en un segundo piso.

Pero sólo a partir del quinto mes, ya que AMLO inició con una aprobación más alta que Sheinbaum y así se mantuvo hasta el tercer mes. En el cuarto mes, prácticamente registraron el mismo nivel de popularidad, y a partir del quinto, el apoyo popular a Sheinbaum se ha mantenido en un nivel más alto; en un segundo piso. Así lo muestran las encuestas nacionales de EL FINANCIERO (ver gráfica).

Durante sus primeros meses, la popularidad de AMLO se comportó como ejemplo de libro de texto sobre ciclos de luna de miel presidencial. Estuvo por arriba de 80 por ciento en el segundo y tercer mes, y a partir del cuarto mes, comenzó a bajar para estacionarse en más de 60 por ciento por un buen rato.

El inicio de Sheinbaum no parece de libro de texto: comenzó en 70 por ciento, registró 69 por ciento en su segundo mes, pero en el tercero, subió a 78, manteniéndose por arriba de 80 por ciento por cuatro meses consecutivos y registrando 77 por ciento en el octavo mes.

Son niveles muy altos de aprobación que se han mantenido durante un periodo bastante amplio. No habíamos visto una figura presidencial que mantuviera niveles de aprobación así en 30 años, durante todo el periodo 1994-2024.

Y la brecha que se observa, entre la popularidad de AMLO y la de Sheinbaum, entre los meses quinto y octavo es muy marcada: Son 14 puntos porcentuales de diferencia, en promedio. El segundo piso de la popularidad presidencial va muy arriba.

La encuesta que publicó EL FINANCIERO, el pasado miércoles, indica que a Sheinbaum se le valora muy favorablemente en honestidad y liderazgo, y un poco menos favorable, pero con buen nivel, en capacidad de resultados.

A su gobierno se le valoran muy favorablemente los apoyos sociales y el manejo de la economía, pero se le califica muy desfavorablemente en el manejo de la corrupción y del crimen organizado. Hay claroscuros.

En la relación que se percibe con el presidente Trump ha habido altibajos: el mes pasado se veía bastante bien, pero el previo, bastante mal, y ahora en mayo igual de mal, es decir, con una apreciación negativa. El presidente de Estados Unidos ha sido, y parece que seguirá siendo, un factor de mucha incertidumbre.

Quizás por ello, la sociedad mexicana ha cerrado filas en torno a posturas nacionalistas y de defensa de la soberanía.

En mayo, Trump insistió en el envío de fuerzas armadas de su país para combatir organizaciones criminales en territorio mexicano. La presidenta dijo que no, y la opinión pública la respalda.

El porcentaje de rechazo al uso de fuerzas armadas norteamericanas en el país subió de 59 por ciento, en febrero pasado, a 72 por ciento, en mayo. Una mayoría todavía más contundente.

La presidenta Sheinbaum cuenta con un amplio apoyo ciudadano, y parece que va sobre un segundo piso de popularidad, comparada con AMLO. Entra al noveno mes de su gobierno; estaremos pendientes de lo que suceda.

amoreno@elfinanciero.com.mx

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ALEJANDRO MORENO es profesor del Departamento de Ciencia Política del ITAM y vicepresidente de la World Values Survey Association. Actualmente es Consultor/Director de Encuestas y Estudios de Opinión de El Financiero.