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Cuidado con lo que deseas

Dígase lo que se diga con respecto al inmenso poder que tiene la presidenta, seguramente también tuvo costos que debío pagar para llegar a esa posición. 

“Ten cuidado con lo que deseas, se puede convertir en realidad” es una frase que en ocasiones recuerdo unida a otra “memento mori”. Generalmente ambas asociadas a las actuaciones de diversos políticos del ámbito nacional.

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La primera de las frases es atribuida a varios autores, como Esopo y Óscar Wilde, o a la sabiduría ancestral de China, la segunda se supone que era dicha por un esclavo al emperador o al general victorioso en los momentos de mayor gloria y posteriormente recuperada por el cristianismo, pero lo importante de ellas es el mensaje, si bien para todos nosotros, considero que en especial para quienes entran al escenario político, muchos sin estar preparados para ello.

Así vemos gente montada en el puesto que hoy ocupa, negándose a recibir serenamente las críticas que, sobre su actuación, realiza “un simple mortal” quien nunca alcanzará las alturas ocupadas hoy por tal personaje, me refiero a gente como la diputada conocida como “Dato Protegido”, su esposo, Noroña o Adán Augusto, quienes llegaron a donde se encuentran por circunstancias que difícilmente se volverán a repetir y sin tener una carrera destacada.

Hay otros políticos que sí se prepararon para llegar a donde están, desearon alcanzar un cargo, trabajaron para ello y lo lograron, no todo se debe a su trabajo, es cierto, también es necesario considerar las circunstancias únicas e irrepetibles que los llevaron a estar donde están, por ejemplo la presidenta Claudia Sheinbaum, quien desde hace muchos años se planteó ser la sucesora de AMLO en varios aspectos y al se apegó a una estrategia que en 2024 llegó a su culminación.

Es a personas como ella a quienes me gustaría entrevistar y la principal pregunta que haría es ¿vale la pena? Por desgracia no esperaría una respuesta sincera, sino política.

Porque, por lo que se ve y dígase lo que se diga con respecto al inmenso poder que tiene la presidencia, seguramente también tiene costos que ha debido pagar, por ejemplo, su primer matrimonio o, más recientemente, las presiones que recibe tanto desde dentro de su movimiento como desde el vecino país del norte, eso por no hablar de las que provienen del crimen organizado, como el coche bomba que recientemente explotó en Michoacán.

Todo ello cobra un precio y al final la cuenta siempre llega. Sé que hay personas que dirán que la respuesta a la pregunta es obvia, dadas las recompensas que recibe alguien como la presidenta o como quienes alcanzan altos puestos, pero generalmente se refieren a cuestiones de índole material, las cuales no vienen mal, pero no me refiero a eso.

¿Habrá valido la pena todo el esfuerzo realizado para ahora, en el momento que debería ser del triunfo, verse agobiada por los problemas que un día sí y otro también explotan a su alrededor?

Claro que también me gustaría hacer esa pregunta a aquellos que, al igual que la presidenta, se prepararon, trabajaron, sacrificaron casi todo en aras de alcanzar sus objetivos, pero el éxito no les favoreció.

Es un aspecto que siempre me ha llamado la atención y que, en estos días, en el futuro inmediato que creo será difícil para el país y para su dirigente, me parece relevante. Hay ejemplos de quienes prefirieron no ver la realidad y no cuestionarse. Escribieron su historia, esa que dijo García Márquez que “no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.

juanpalaciosdavila@gmail.com


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Juan Palacios

JUAN PALACIOS es educador de profesión, periodista por vocación. Editorialista en La Moneda, ABC, El Porvenir y Radio Alegría, en Monterrey.

Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx

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