Hoy miles de personas que literalmente están muriendo de hambre en Palestina, debido a que Israel ha impuesto un cerco que impide la llegada de ayuda internacional por vías terrestres y marítimas, siendo la aérea la única manera de hacer llegar alimentos a la población que se encuentra en los campamentos de una zona devasta por la guerra.
Al decir esto no se trata de tomar partido en un conflicto bélico, sino de una actitud básica de empatía humana, de ver por la seguridad de la población civil en peligro, esa que no es responsable de la guerra, sino la víctima, que han perdido a familiares, sus hogares, pertenencias y que hoy pasan hambre y viven en condiciones no adecuadas.
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Urge la presión internacional para garantizar la atención inmediata de la población civil en Gaza, porque corren peligro varios miles de vidas. Resulta impactante saber que al momento han muerto por la guerra 65 mil palestinos en la zona, muchos de ellos niños y personas de la tercera edad.
Sin duda algunos países han buscado ejercer presión, por ejemplo, Reino Unido, Canadá y Australia han reconocido legalmente como país a Palestina, ante la negativa de Israel de cesar los ataques y permitir el arribo de ayuda internacional y más de 10 países se prevé que hagan algo similar esta semana.
Sin embargo, la actitud de Israel es cerrada, negando cualquier posibilidad de culminar el conflicto o de permitir la existencia de Palestina como Estado, de hecho, se ha hablado de la opción de anexar Cisjordania que es un territorio en donde viven cerca de 3 millones de palestinos.
Y ese es el gran problema, que Israel que tiene mayor fuerza concibe el futuro de la región a partir de la desaparición de la población Palestina y eso solo deriva en genocidio y en violaciones gravísimas a los derechos humanos.
Por el contrario, lo que se necesita es la solución de los dos estados, es decir, que haya dos países que abarquen las zonas que actualmente ocupan las poblaciones palestinas e israelíes.
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Víctor Manuel Sánchez
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