Monterrey, Nuevo León.- La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León presentó un Informe Especial sobre Violencia Escolar con el propósito de proteger los derechos de la niñez y garantizar que las escuelas de la entidad sean espacios seguros, respetuosos e inclusivos.
El documento, sustentado en un marco jurídico nacional y en estándares internacionales de derechos humanos, incorpora un diagnóstico integral que identifica fallas en la prevención, atención y erradicación de la violencia escolar. Señala que, a pesar de la existencia de leyes que garantizan la seguridad de las y los estudiantes, las denuncias no siempre reciben la atención adecuada y las acciones institucionales suelen ser lentas e insuficientes.
“El objetivo principal es visibilizar una problemática que, lamentablemente, sigue afectando a nuestras comunidades educativas; persisten fallas en la prevención, atención y erradicación de la violencia escolar, por lo que presentamos un decálogo de recomendaciones que incluye la actualización de protocolos escolares, programas de habilidades para la vida, políticas inclusivas y participación familiar: La finalidad es que las escuelas en Nuevo León se conviertan en espacios donde todas las niñas, niños y adolescentes puedan aprender y crecer sin miedo, en un ambiente de respeto”, puntualizó la Presidenta del organismo, Susana Méndez Arellano.
Como parte del proceso de elaboración del informe, se realizó una audiencia pública con participación de niñas, niños y adolescentes, cuyas experiencias y propuestas derivaron en un conjunto de recomendaciones dirigidas a las autoridades educativas.
La violencia escolar se clasifica en las categorías de física, psicológica, sexual, institucional, comunitaria, de género y ciberacoso. El informe destaca que las personas con discapacidad, de origen indígena, en situación de pobreza o migración, suelen ser más vulnerables a estas formas de violencia, lo que repercute en su derecho a la educación, a la salud y a la dignidad.
Entre las propuestas planteadas se incluyen la actualización de reglamentos y protocolos escolares, la capacitación y sensibilización del personal, el fomento de habilidades para la vida, la adecuación de instalaciones con accesibilidad y servicios de apoyo psicológico, la implementación de encuestas periódicas de monitoreo, la adopción de políticas inclusivas, la coordinación interinstitucional con asignación de recursos, la participación activa de las familias, el acceso a mecanismos eficaces de denuncia y reparación, y el diseño de un plan estratégico a largo plazo.
La Comisión señaló que estas medidas buscan prevenir y atender la violencia escolar de manera efectiva, incorporando la voz de la niñez en la toma de decisiones y promoviendo entornos educativos libres de discriminación y agresiones.