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CAÍDA HISTÓRICA EN FECUNDIDAD EN MÉXICO: NL EN EL TOP 10

En los últimos 10 años, esta tasa bajó de 2.21 a 1.60; anticipan que en 2040 se alcanzará pico poblacional que irá descendiendo

La tasa global de fecundidad (TGF) en México alcanzó en 2023 su nivel más bajo registrado: 1.60 hijos por mujer, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), analizados por Jesús Fernández-Villaverde, profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Pensilvania.

El académico estudió el caso de la fecundidad en México en su cuenta de X, compartiendo que mientras en 2014 se tenía una tasa global de fecundidad de 2.21, ésta bajó a 1.60 en 2023.

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Según el gráfico publicado, solo tres entidades federativas se mantienen por encima del nivel de reemplazo poblacional (2.1 hijos por mujer): Chiapas (2.39), Zacatecas (2.32) y Guerrero (2.30).

En contraste, la Ciudad de México se sitúa en el extremo opuesto con una TGF de apenas 0.96, una cifra más baja que la registrada en ciudades con dinámicas urbanas envejecidas como Tokio (0.99).

Nuevo León se ubica entre los 10 estados con menor tasa de fecundidad al reportar 1.63. Mientras que Coahuila se ubica en la posición 12 entre los estados con mayor tasa de fecundidad general con 1.85.

Este fenómeno no es aislado. La reducción en los niveles de fecundidad tiende a propagarse desde los grandes centros urbanos hacia las regiones periféricas, como Fernández-Villaverde ha documentado en países como Turquía.

La hipótesis del académico es clara: estados como Chiapas eventualmente seguirán el mismo camino que la capital mexicana. Tal «contagio demográfico» podría llevar la TGF nacional a niveles cercanos a 1.3 o incluso 1.2 en las próximas décadas.

Las consecuencias de esta transformación ya se vislumbran. Aunque la población mexicana aún crece —gracias al llamado «impulso demográfico» de generaciones pasadas—, este crecimiento se desacelerará paulatinamente.

Por ejemplo, en 1994 nacieron alrededor de 1.4 millones de niñas. Hoy, esas mujeres tienen cerca de 29 años y están teniendo menos hijas que sus madres: unas 900 mil. A medida que las nuevas generaciones son más pequeñas y la mortalidad por envejecimiento aumenta, el crecimiento poblacional neto, actualmente cercano a un millón de personas por año, podría disminuir en unos 80 mil anuales.

Las estimaciones proyectan que México alcanzará su pico poblacional entre los 135 y 137 millones de habitantes, probablemente entre 2040 y 2045. A partir de entonces, comenzará el declive.

Este viraje poblacional también implica retos económicos. Con una población envejecida y una fuerza laboral menguante, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) podría estancarse.

Menos jóvenes significan menor dinamismo económico, menor consumo y menos innovación, lo que obligará al país a replantear sus políticas públicas en salud, pensiones y migración.

En el ámbito migratorio, el flujo de mexicanos hacia Estados Unidos también podría invertirse. Actualmente, el saldo neto de migración es de alrededor de 40 mil personas por año. Sin embargo, la reducción en el tamaño de las cohortes jóvenes y un posible aumento en los retornos voluntarios podría cambiar ese saldo hacia lo negativo en la década de 2030.

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