Mientras la inversión reporta un aumento de 1.3%, el consumo cae 0.3% durante julio
CDMX.- En el corazón de la economía mexicana late un contraste cada vez más marcado: mientras la inversión empieza a mostrar señales de recuperación, el consumo privado en los hogares vuelve a dar claros signos de debilidad. Así lo revela el más reciente reporte de Monex, “Méx: Inversión con impulso, pero el consumo disminuye”, el cual analiza las cifras presentadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En julio, la Inversión Fija Bruta (IFB) creció 1.6 por ciento mensual (cifras desestacionalizadas), recuperándose de una caída de 1.3 por ciento en junio. Este avance fue impulsado principalmente por el gasto en maquinaria y equipo —tanto nacional como importado— que creció 4.9 por ciento mensual, pese a que la inversión en construcción se contrajo 1.3 por ciento ese mismo mes.
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Dentro de ese impulso inversor, destaca un fenómeno particular: el gasto en equipos de transporte importados escaló 23.5 por ciento mensual, uno de los avances más pronunciados en ese rubro desde principios de 2024. Mientras tanto, la inversión en construcción no residencial registró caídas de hasta 1.9 puntos porcentuales mensual, extendiendo meses consecutivos de contracción.
Pero al otro lado del tablero, el consumo privado va en dirección distinta.
En julio, éste cayó 0.3 por ciento mensual, revirtiendo el aumento de 0.9 por ciento que había registrado en junio. El gasto en bienes y servicios de origen nacional fue el más afectado, con caídas de 0.7 y 0.3 puntos porcentuales al mes, respectivamente. En el acumulado de enero a julio (cifras originales), el consumo de los hogares retrocede 0.4 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
El comportamiento sugiere que, aunque hay voluntad de las empresas por invertir en capacidad productiva —reflejada en la compra de maquinaria y equipos—, los consumidores mantienen la cautela, limitando su gasto, sobre todo en bienes duraderos y productos de origen nacional. La debilidad es más pronunciada en bienes importados, que registran una caída anual de 3.7 por ciento acumulada, con bienes duraderos mostrando una baja de 8.7 por ciento.
El análisis de Monex va más allá de las cifras mensuales, e invita a entender esta dualidad como el reflejo de una economía que depende de estímulos productivos para sostener su crecimiento. Sin embargo, advierte que si el consumo no despierta, ese crecimiento podría ser frágil y no traducirse en empleo o bienestar general.