José Guadalupe Rey de la Fuente, mejor conocido como Lupe Rey, nació en Viesca el 21 de febrero de 1942, en el seno de una familia encabezada por don Pedro Rey Chávez, doña Esther de la Fuente Martínez y sus hijos: Juan, Imelda (Mela), Abigaíl (Gala), Pedro, José Guadalupe (Lupe) y Jorge. Sobreviven Mela y Lupe.
Recuerda que disfrutó los manantiales en compañía de Ricardo Celaya “El Indio” (†) y Olegario Fraire (†), entre otros. Se iban a pie y, cuando llegaban, se arrojaban al agua. Así aprendió a nadar, aventándose. En la estación del ferrocarril frecuentaba a sus amigos, José “La Changa”, Gilberto “El Elegante” y a Eulogio, de la familia Espinoza.
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Recuerda muy bien a sus profesores de la primaria. En primer año, María Dolores Loza Martínez; en segundo, Fela Lugo; en tercero, Mario Loza; en cuarto, Feliciana Froto; en quinto, Eusebio Salazar, y en sexto, la señora María Ignacia Martínez de Loza, quien era a la vez directora del plantel. Al terminar, se fue a Torreón a estudiar en la Escuela Comercial Treviño (1957-1961). Se asistía con su prima Martha Polendo, dueña de los “Baños Polendo”.
Al regresar, lo contrataron en SULVISA en 1961 como ayudante de jefe de personal. Su papá, don Pedro, fue el jefe de personal –era el letrado del pueblo–, quien se encargaba de la lista de raya. En 1962 ingresó en Industrias Unidas de la Laguna, en Gómez Palacio, cuya empresa lo mandó a Rodeo, Durango, como auxiliar en el otorgamiento de los créditos a los ejidatarios.
De 1963 a 1966 regresó a SULVISA, de nuevo como ayudante de jefe de personal. Renunció y se fue a Químicas del Rey, de Peñoles; ahí el pago era mejor. Fue auxiliar encargado de las listas de raya por tres años. Luego, en la empresa Bufete Industrial trabajó en la construcción de la fábrica Kodak en Guadalajara, Jalisco. Fue auxiliar de almacén y después pasó a la construcción de la fábrica Goodyear, en el Salto, Jalisco.
En 1972, con Bufete Industrial, trabajó en una obra de la CFE como auxiliar de almacenista, entre Texcoco y San Cristóbal de Ecatepec, en el Estado de México. Posteriormente, de 1973 a 1999, en la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH) se encargó de la expedición de los permisos de siembra del algodonero; expedía los certificados para transportar el algodón.
La SARH organizaba eventos deportivos a nivel nacional de futbol, beisbol y atletismo, la competencia final se realizaba en Oaxtepec, Morelos. Don Lupe Rey participaba y quedaba entre los primeros lugares, y en la categoría de 40 a 50 años, se coronó campeón. En 1999 se pensionó.
Desde niño jugó beisbol y a los 38 años empezó a practicar el atletismo. Se casó con Hortensia Fraire, viesquense, hija de Ismael Fraire y Basilisa Adame. Ella falleció en el 2010. No procrearon hijos, pero criaron a una sobrina desde pequeña. Don Lupe se siente bendecido con su sobrina Verónica Cerda Fraire, a quien considera su hija.
Su pasatiempo favorito fue correr, empezó con carreras cortas y, después de cinco años de entrenamiento, participó en su primer maratón a los 44 años. En total corrió 18 maratones, entre ellos el de Lala (Torreón), La Paz (Baja California), Acapulco, Puerto Vallarta, Mazatlán, Chihuahua, Monterrey, Guadalajara, CDMX, San Luis Potosí, Saltillo y Durango. Ganó en todos los maratones en diferentes categorías.
En Monterrey conoció al polaco Tadeusz Kepka, que impartía conferencias sobre cómo alimentarse, entrenar y descansar para los maratones, y de otro polaco que daba clases para ser masajista. Ahí aprendió a dar masajes y se contrató en ese oficio en el club campestre San Isidro de Torreón, donde trabajó durante 12 años atendiendo a los deportistas. También se dedicó a entrenar a los atletas.
Formaron el club “Corredores del Bosque”; entrenaban en el bosque para los maratones casi todos los días, alternando sus temporadas de descanso: un día entrenaba fuerte, otro moderado, uno de descanso; cada año paraba mes y medio. Hacía natación, caminata y bicicleta para reponerse.
Don Lupe vivió en Torreón desde 1973 hasta que en 2023 regresó a su pueblo, cuando se pensionó. Dedica su tiempo a leer, es algo que le gusta. Aunque siempre trabajó fuera, nunca faltó a las ferias del pueblo, cada 25 de julio, día del santo Santiago Apóstol. Dice que el atletismo le permitió alejarse de la bebida, porque en el futbol o beisbol siempre terminaban los juegos tomando “para convivir”.

SALVADOR HERNÁNDEZ VÉLEZ
SALVADOR HERNÁNDEZ VÉLEZ es ambientalista, académico, escritor y senderista. Ex Rector de la Universidad Autónoma de Coahuila.
Este texto es responsabilidad única, total y exclusiva de su autor, y es ajeno a la visión, convicción y opinión de PorsiAcasoMx
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